Fuente: The Competitive Intelligence Unit
Sin embargo, existe una brecha significativa en las capacidades de los equipos, lo cual limita el potencial de uso para los segmentos más desfavorecidos de la población. Puesto que 52.9% de los usuarios D/E reportan tener un equipo de gama baja, con un valor inferior a los $3,000 pesos, mientras que, para el resto de los NSE, esta proporción es significativamente menor: 43.4% en C/C-, 33.0% en C+ y 19.4% en A/B.
Estos equipos tienen la capacidad de dar acceso a servicios de mensajería instantánea y redes sociales, pero difícilmente habilitan otro tipo de aplicaciones por sus bajas capacidades de memoria o almacenamiento.
Por todo lo anterior, es manifiesta una proclividad social de la movilidad, al registrarse altos niveles de acceso a servicios y dispositivos móviles en todos los estratos socioeconómicos. Sin embargo, aún persiste una brecha de conectividad en los NSE más bajos.
El Estado tiene la obligación y reto de promover de manera eficiente los mecanismos necesarios, vía política pública o incentivos al mercado, para alcanzar un pleno acceso de servicios móviles en los segmentos de la población más vulnerables y desfavorecidos del país, como estrategia para detonar su desarrollo.
De esta forma, las herramientas tecnológicas y digitales representan un mecanismo importante para generar igualdad de oportunidades en el país, en otras palabras, eliminar la brecha digital puede tener un efecto directo e importante en las desigualdades socioeconómicas que enfrenta nuestro país.
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