La búsqueda de alternativas de entretenimiento digital se ha traducido en un ascenso en el tráfico de aplicaciones de video, tal que 42% de los usuarios de Smartphones ven contenidos audiovisuales en sus pantallas. Este nivel es 4 puntos porcentuales (pp) superior al registrado seis meses atrás, en el 4T-2019.
Jugar no es Cosa de Niños…Sino de Salud
Otra forma de entretenimiento que ha tomado impulso es la descarga y uso de aplicaciones de juego en Smartphones, actividad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en esta crisis global de salud, que incluso ha registrado niveles máximos históricos en plataformas digitales y tiendas de aplicaciones.
El volumen de usuarios de Smartphones que juegan en línea (exclusivamente juegos que requieren acceso a Internet) en sus dispositivos móviles ascendió a 20% del total a la primera mitad de 2020, es decir, 7 pp. más que al cierre del año pasado.
Por otro lado, la recién ampliada oferta de aplicaciones de llamadas de voz y video, con la llegada de nuevos jugadores (Messenger Rooms y WhatsApp Grupal de Facebook), el mayor aprovechamiento de otras plataformas ya establecidas (Zoom, WebEx y Skype), así como el acceso libre a aquellas especializadas (Microsoft Teams y Google Meet); ha detonado su uso en Smartphones.
Es así como la proporción de usuarios de estos dispositivos que hicieron uso de aplicaciones de llamadas ascendió a 40% del total, 21 pp. más frente a la cifra correspondiente al 4T-2019.
Aceleración en la Adopción Digital
En lo que va de la primera mitad del año, casi en su totalidad en periodo de pandemia y aislamiento social, se ha ampliado el valor y la esencialidad del acceso a la conectividad entre las personas y familias mexicanas.
Así también, el uso de aplicaciones que reducen la brecha de interacción humana, que habilitan el acceso a entretenimiento por la vía digital, así como a contenidos informativos, culturales y educativos registra un impulso, como consecuencia del denominado “empujón digital” provocado por el confinamiento social.
Sin duda, el consumo de contenidos y el uso de herramientas de conectividad no regresará a los niveles previos a la pandemia. Esta ha provocado una aceleración en la adopción digital, que ha llegado para quedarse.