Las industrias culturales y creativas (ICC) son, al considerarse como un sector de actividad económica, uno de los cuatro más importantes en la aparato productivo nacional, junto con la maquila (que en estricto sentido no es un “sector económico”, sino un conjunto de actividades económicas geolocalizadas), la industria del petróleo y el turismo.
Las ICC tienen una contribución total de aproximadamente 7.3% del Producto Interno Bruto de México, por la suma de sus componentes formal, informal y digital. Son a la vez y sin duda, un sector central en nuestro país, que es considerado como una potencia económico-creativa a nivel mundial.
Asimismo, registra un impacto significativo tanto en su oferta creativa como en su demanda, por el avance tecnológico. Desde los rollos de cera y fonógrafos del siglo XIX hasta las actuales descargas digitales y plataformas streaming, han resultado en que el grueso de la apropiación de contenidos creativos hoy tenga lugar por la vía digital. Ese efecto tecnológico ha sido el catalizador más importante de este sector creativo.
Esta evolución ha resultado en una propensión y preferencia cada vez mayor de consumo y oferta de contenidos musicales a través de formatos digitales. Nunca en la historia de la humanidad, habíamos tenido tal acceso y apropiación de contenidos creativos como hoy día. Un melómano del siglo XX tendría mil o tres mil acetatos, hoy todos tenemos acceso a un acervo de alrededor de 100 millones de canciones en Spotify, sin considerar YouTube y otras plataformas de audio.
Entre los beneficios derivados del avance tecnológico están la conectividad permanente y ubicua de contenidos de audio y video. Claramente esto aplica para los afortunados que cuentan con dispositivos, conectividad, habilidades digitales y medios de pago. No debe dejarse de lado la persistente Brecha Digital, que, si bien ya sólo afecta a menos de una cuarta parte de la población, resulta en una marginación de acceso a contenidos educativos, sociales, culturales y creativos, entre muchos otros.
Ente los dispositivos para el acceso de banda ancha fija y móvil, se encuentran los smartphones, tabletas, computadoras, asistentes inteligentes, televisores, y los wearables, entre otros.
Pero especialmente, esta predilección hacia lo digital frente a los denominados soportes mecánicos o formatos físicos (acetatos, cassettes, CDs, etc.) deriva del lanzamiento, consolidación, diversificación y preferencia de plataformas de consumo musical por internet. Esto, a partir de habilitar el acceso a una ludoteca musical con varios millones de canciones por una renta mensual (menor al costo de un disco físico) e incluso mediante la reproducción de anuncios publicitarios.
Asimismo, estas plataformas toman impulso por factores como la admisión de una diversidad de medios de pagos, la facilidad en su acceso y navegación, la generación de externalidades de red, entre otros.
Preferencia y Dispositivos de Acceso
En el mercado mexicano, se contabilizan 15.1 millones de suscripciones a estas plataformas al tercer trimestre de 2019, 4.9% más que en el mismo periodo de 2018.
Respecto al universo nacional de internautas, 59.8% hacen uso de estas plataformas, lo que significa que el número de usuarios alcanza 49.6 millones, lo que es equivalente a que 4 de cada 10 mexicanos eligen ya consumir música por la vía digital, registro en continuo crecimiento.