|
Por Emmanuel Abundis, Director en Sociedad Mexicana para la Protección de la Radiación No Ionizante.
Es indudable el beneficio que a nuestras vidas han traído las comunicaciones inalámbricas, ya sea el teléfono inalámbrico, la telefonía celular, radio dos vías, Internet inalámbrico en el trabajo y en el hogar, etc. La penetración y el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones han encontrado, en mi punto de vista, tres factores que han limitado su crecimiento: contaminación electromagnética y salud, normas nacionales de emisión y la falta de reglamentos municipales.
Contaminación Electromagnética y Salud
Se le conoce como contaminante porque son emisiones artificiales, esto es, creadas por el hombre. Debemos recordar que hay varios eventos meteorológicos que emiten campos electromagnéticos y más importante aún, la Tierra emite un campo electromagnético que hizo la vida posible y que nos protege de los vientos solares. Estas emisiones son de frecuencia muy baja a diferencia de la tecnologías inalámbricas que son de ultra alta frecuencia (300 MHz a 3GHz). Las emisiones electromagnéticas de las tecnologías inalámbricas son del tipo no ionizante, esto quiere decir que no tienen energía suficiente para provocar cambios en la materia al alterar los enlaces químicos de ésta, debido a que no pueden arrancar los electrones de los átomos. En contraparte, la radiación ionizante, como los Rayos X, si tienen energía suficiente para provocar daños directos y en muy corto tiempo.
Leer nota completa en: www.signalstelecom.com |