10,746 Octavio Islas, El Universal, Tech Bit, Proyecto Internet, La Reforma para las Telecomunicaciones, 18 de marzo de 2013

La Reforma para las Telecomunicaciones
Octavio Islas

El 2 de diciembre de 2012, con la firma del Pacto por México, en el numeral 2 de los “Acuerdos para el crecimiento económico, el empleo y la competitividad”, se asumieron los siguientes compromisos: extender los beneficios de una economía formada por mercados competidos, fortalecer a la Comisión Federal de Competencia (CFC), creación de tribunales especializados en materia de competencia económica y telecomunicaciones, garantizar acceso equitativo a telecomunicaciones de clase mundial, derecho al acceso a la banda ancha y efectividad de las decisiones del órgano regulador, reforzar autonomía de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL), desarrollar una robusta red troncal del telecomunicaciones, agenda digital y acceso a banda ancha en edificios públicos, Competencia en radio y televisión, competencia en telefonía y servicios de datos, adopción de medidas de fomento a la competencia en televisión, radio, telefonía y servicios de datos.

El lunes 11 del mes en curso el presidente Enrique Peña Nieto presentó la iniciativa de Reforma para las Telecomunicaciones, la cual modificará el marco legal y de aplicación regulatoria para el sector convergente de las telecomunicaciones y radiodifusión en México. En el documento en cuestión  atinadamente se afirma que las tecnologías de la información y los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones “se han convertido en un instrumento básico de las democracias” (…) “En el presente siglo la prosperidad de las naciones reside en su capacidad de insertarse exitosamente en la Sociedad de la Información y el Conocimiento. En tal contexto, es evidente que un desarrollo competitivo de las telecomunicaciones y la radiodifusión constituye el principal habilitador de esta nueva prosperidad. Además, fortalece el combate contra la desigualdad y la exclusión y constituye la herramienta esencial para hacer efectivos los derechos fundamentales de acceso a información veraz, plural y oportuna, así como a recibirla y difundirla”.

Tras doce años de irresponsable autismo en la definición de políticas públicas en materia de telecomunicaciones –principal causa de la elevada “litigiosidad” mostrada por los principales jugadores en el sector, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha comprendido cuan grave resulta que la industria de las telecomunicaciones y la radiodifusión estén por debajo de la capacidad competitiva de México. La elevada concentración del mercado es causa de delicadas brechas, destacando la relativa al “acceso a la infraestructura de banda ancha, que se expresa en un inadecuado despliegue de redes avanzadas por todo el territorio nacional, en beneficio, no sólo de la población urbana de mayores recursos, sino también de los numerosos mexicanos que viven en comunidades remotas y de menores ingresos”.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la penetración de telefonía fija –afirma el presidente de la República en el citado documento- se ubicó entre las más bajas de los países de dicha organización internacional, incluso debajo de Argentina, Brasil y Chile. Vale la pena destacar que en esta ocasión Carlos Slim decidió no refutar los datos que maneja la OCDE, citados por el presidente de la República, quien además destacó: “en 2012, la penetración de la banda ancha fija alámbrica de México fue de 11.4 suscripciones por cada 100 habitantes, menos de la mitad del promedio observado entre los países miembros, mientras que la penetración de banda ancha móvil fue 83 por ciento menor”

Las actuales condiciones efectivamente resultan adversas para el desarrollo de México en el imaginario de la “economía del conocimiento”: la creciente demanda del comercio electrónico, las redes sociales, los servicios de video sobre demanda, entre otros, requieren poner especial énfasis en el fomento del despliegue de infraestructura de banda ancha robusta y de alta capacidad”.

Si el lucro no hubiese sido el principal motivo de los “barones de la democracia” (Manuel Buendía) en las industrias de la telefonía, la  radiodifusión, la televisión y, en general, servicios convergentes, la Iniciativa de Reforma para las Telecomunicaciones resultaría innecesaria. Desafortunadamente no fue así. “Una de las principales razones que sustentan la presente iniciativa es lograr la reducción de los costos de los servicios de telecomunicaciones para la sociedad mexicana, ya que las tecnologías de la información y la comunicación representan una herramienta que facilita el acceso de los mexicanos en la sociedad de la información y el conocimiento, con sus consecuentes beneficios en el incremento de la producción, el emprendimiento y la inclusión social, reduciendo la brecha digital”.

Posdata

Tras doce años de deliberado autismo en la materia, en poco más de 100 días el gobierno ha recuperado el rumbo en materia de telecomunicaciones. Inclusive la AMEDI y el senador Javier Corral (PAN) lo celebran. En las acciones de gobierno efectivamente inteligentes suelen incluirse generosos opositores.

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