El mundo está preocupado por una supuesta recesión que muchos califican de inminente. Pocos entienden el origen del problema, pero no hay mucho qué analizar: los gobiernos se endeudaron y han sido incapaces de generar la riqueza necesaria para pagar. En pocas palabras: el mundo se quedó sin fondos. Y es ahora cuando la duda embarga a los gobiernos, las empresas y a los ciudadanos comunes. Conoce los detalles.
Blog de Octavio Islas 