Mediatelecom Consulting
Opinión de Mediatelecom a la adquisición del capital social de Cablemás
Hechos
Grupo Televisa, S.A.B. (“Televisa”; BMV:TLEVISA CPO; NYSE:TV) anunció el día de hoy que ha acordado con los accionistas minoritarios de Cablemás, S.A. de C.V. (“Cablemás”) los términos para adquirir 41.7 por ciento del capital social de Cablemás, del que aún no es propietaria. La transacción tiene un valor aproximado de 4 mil 700 millones de pesos e incluye la fusión de Cablemás en Televisa, conforme a la cual se emitirán hasta 25 millones de Certificados de Participación Ordinarios de Televisa.
La transacción está sujeta a ciertas aprobaciones corporativas, así como algunas otras condiciones de cierre comunes para este tipo de operaciones. Con esta transacción, así como con el pago anticipado de las Notas Senior Garantizadas con vencimiento en 2015 y otros pasivos adquiridos de Cablemás por un monto total de 225 millones de dólares, Cablemás y sus accionistas concluyen la reestructura de capital y deuda implementada. Asimismo, Grupo Televisa anunció que ha contratado una serie de créditos bancarios con instituciones bancarias mexicanas por un monto total de 8 mil 600 millones de pesos con vencimientos de entre cinco y diez años.
Antecedentes
- El crecimiento de la industria de la televisión por cable en 2010 fue de 5.4 por ciento y cerró el año con 5 millones 334 mil suscriptores, esto quiere decir que su desarrollo ha sido lento y sectorizado a mercados específicos de la sociedad, comparado con la televisión satelital que tuvo un crecimiento de 83.8 por ciento, con 4.2 millones de usuarios y sin discriminación geográfica o socioeconómica.
- Algunos de los beneficios inmediatos de la TV por cable al inversionista operador, es la garantía de flujo de efectivo constante (cada mes) y margen alto; el segundo elemento que la caracteriza es constituir un mercado concentrado cuasi monopólico, ya sea por número de suscriptores, por región donde operan las empresas o por plazas. Es decir, existen comunidades o ciudades donde sólo existe un solo operador, resultado de prácticas anticompetitivas absolutas y relativas, y por acuerdos de colusión ampliamente documentados y del conocimiento de la autoridad regulatoria en competencia.
- Un beneficio adicional de esta industria en el caso de México, es que PCTV garantiza las señales a los miembros de la Cámara (Canitec), lo que hace que su poder de concentración sea superior. Los empresas que integran al organismo PCTV forman a su vez un monopsonio, esto es, tienen el poder de un solo comprador en el mercado de contenidos, lo que les da poder total de compra en ese mercado, de manera que pueden fijar el precio y las condiciones de transacción en el mismo, lo que perjudica especialmente a los pequeños productores independientes de contenidos. Con este poder monopsónico, a su vez también pueden sacar del mercado a sus competidores, como ya lo han hecho (expediente de Cofeco DE-01-2006-I), ya que excluyen a éstos de las condiciones favorables (incluyendo las de precio) obtenidas mediante ese poder, o simplemente negándoles el acceso a los contenidos que ellos intermedian. Algunas empresas de cable como, por ejemplo, Megacable, tienen la oferta de entrada (entry level) más cara de todos los países de la OCDE (Communications Outlook 2009, p. 306), con su oferta de 256Kbps, cuyo precio por Mbps es de 84 dólares americanos. Los concesionarios de TV por cable no sólo ofrecen las velocidades más bajas de la OCDE, sino también en América Latina, comparando contra otros países como Chile, Brasil, Colombia y Argentina, aún cuando su salida internacional a Internet se las proporciona Bestel. En el pasado, la Canitec ha querido justificar este rezago atribuyéndolo a controversias de interconexión, cuando los operadores no utilizan a Telmex para su negocio de Internet. Es cuestionable que una cámara industrial como la Canitec, o cualquier otra, dirija sus acciones a la defensa de los intereses de sus agremiados más grandes o poderosos, en lugar de velar por los beneficios de todos ellos, en especial los más pequeños. Una cámara industrial no debiera constituirse en vocera de un grupo, en este caso el liderado por Televisa, a través de desplegados y/o declaraciones de su dirigente, sino representar a todos sus agremiados.
- Las empresas de televisión por cable son operadores dominantes e incluso monopolios en sus respectivos mercados geográficos de TV restringida terrestre, esto es, en las ciudades y localidades donde operan, porque o bien son los únicos prestadores del servicio en operación en ese mercado, o bien consciente y deliberadamente se han repartido ese mercado geográfico, como da testimonio de ello el mismo expediente DE-01-2006-I de la Cofeco.
- Televisa, por lo tanto, refuerza su presencia en Cablemás, estabiliza sus inversiones, consolida beneficios económicos y su posición monopólica por medio de cable, televisión abierta por plaza y suministro de señales (PCTV).
- En 2007 es cuando Televisa-Cablemás (véase “La Comisión Federal de Competencia y la concentración Televisa-Cablemás, de Fernando Butler Silva, ex presidente del Colegio Nacional de Economistas: http://www.mediatelecom.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=8785&catid=79&Itemid=9) , por medio de Paxia, subsidiaria de Grupo Televisa, notificó a la Cofeco una concentración que implicaba la adquisición del 49 por ciento de las acciones representativas del capital social de Cablemás, que era entonces la principal operadora de televisión por cable del país. Mediante dicha operación, Televisa tendría una participación de mercado sumamente alta, en muchos casos monopólica, en 32 mercados relevantes de televisión por cable del país, lo cual le daría, en principio, la capacidad de fijar los precios de sus servicios, con los consiguientes efectos negativos sobre el bienestar de los consumidores mexicanos.
- En relación con la propuesta de concentración entre Televisa y Cablemás, debe señalarse que, con base en un análisis de las distintas legislaciones en materia de competencia en el mundo, en países como Brasil, España, Reino Unido, Australia, Canadá y Estados Unidos, se puede concluir en relación al caso mexicano, que en ninguno de estos países se hubiera podido llevar a cabo esta operación, ya que al momento de realizar la investigación y revisión de las concentraciones, los órganos de competencia basan su criterio de autorización, principalmente, en el de Substantial lessening in competition (SLC). Este criterio señala que si como resultado de la concentración se merma de manera significativa la competencia, entonces la concentración no podría llevarse a cabo y no sería autorizada, o debería ser disuelta.
- En el caso Televisa-Cablemás el mercado relevante es el de televisión de paga y, dado que habría una concentración en buena parte del mercado por la empresa resultante, y una merma significativa de la competencia en al menos 32 mercados relevantes, dicha concentración no sería autorizada. Sin embargo, la Cofeco determinó autorizar la concentración sujeta, entre otras, a las siguientes condiciones, o salvaguardas pro-competencia, para la filial de Televisa:
- Otorgar un paquete de contenidos que incluyera sus señales de televisión abierta a todos los concesionarios de TV restringida que así lo solicitaren, a una tarifa uniforme por suscriptor. Esta tarifa se ofrecería a todas las empresas que, en términos de escala, estén en una posición desfavorable de negociación, sin distinguir entre tipos de redes y sin dar un trato más favorable a las redes en que participa Televisa. Obligación también conocida como must offer.
- Distribuir por las redes de TV restringida en que participe Televisa, de manera no discriminatoria, todos los canales de televisión abierta que tengan cobertura en la zona geográfica de la red de TV restringida y que así lo soliciten, práctica conocida como must carry.
- En el caso de la televisión vía satélite, se retransmitirían a nivel nacional todas las señales que tuvieran una cobertura mayor a 30 por ciento del territorio nacional. Cuando no se cumpliera este umbral, Televisa se comprometió a no discriminar entre señales locales, es decir, si su filial transmitía una señal local por televisión vía satélite, también deberían transmitirse todas las señales de esa misma localidad, para evitar desventajas competitivas entre ellas, lo que también se conoce como carry one, carry all.
- Televisa debería publicar la oferta que derive de estos compromisos, incluyendo la tarifa uniforme por suscriptor, tanto en las páginas electrónicas de sus subsidiarias como en tres diarios de circulación nacional.
Conclusión
El servicio de televisión por cable históricamente ha sido de expansión lenta por lo especializado del nicho de mercado y la estrategia de los operadores, y no por razones técnicas. Hoy en día, estos sistemas no cubren áreas rurales o marginadas de la ciudad y el campo, lo que ocasiona su claro posicionamiento en un sector de mercado de ingresos altos y constantes, dejando de lado a amplios sectores del mercado. Los concesionarios de TV por cable son monopolios en sus respectivos mercados locales y se han enfocado a realizar inversiones y ofrecer servicios de triple play únicamente en zonas residenciales de alto poder adquisitivo. Estos concesionarios, al tener además el monopolio en el mercado del triple play, no tienen incentivos para aumentar el ancho de banda debido a que no tienen competidores que representen una amenaza competitiva.
La penetración promedio del servicio de TV restringida en hogares con televisores (2006, 2007) en los países miembros de la OCDE fue de 73 por ciento (Communications Outlook 2009, p. 191, http://dx.doi.org/10.1787/622122285751), mientras que México, al segundo trimestre de 2009, tenía una de las penetraciones más bajas con sólo 28.3 por ciento.
La participación de Televisa en Cablemás confirma la tendencia autorizada desde el regulador para que esta empresa siga creciendo de manera franca en la plataforma de televisión por cable, una de la más dinámica de los últimos años, dejando desatendido el mercado rural, marginado o el denominado social. La concentración de poder económico y dominio de mercado se consolidan plaza a plaza cuando se integra al modelo la TV abierta y sus señales dominantes.
Raúl Trejo Delarbre, en la colaboración para Mediatelecom este mes sostiene que “En Argentina, Brasil, Chile o Venezuela, cinco empresas o instituciones ocupan frecuencias nacionales en la televisión abierta de cada uno de esos países. En Estados Unidos, los televidentes de casi cualquier localidad pueden elegir entre ABC, CBS, NBC, Fox y la cadena pública PBS. En España, los televidentes tienen a su disposición los canales de la corporación pública RTVE, así como los que son manejados por Antena 3, Mediaset y La Sexta, además de otros de menor alcance En México hay de dos: Televisa y Televisión Azteca. Esas empresas suman dos canales nacionales pero además el 62 por ciento de todas las frecuencias de televisión abierta en México. La asignación de los canales espejo, para que quienes ya tienen una frecuencia de carácter analógico difundan el mismo contenido de manera digital mientras el país transita hacia el completo cambio de sistema de transmisión, ha beneficiado casi exclusivamente a las empresas privadas. Aunque en México las autoridades han autorizado 117 canales espejo, solamente 26 de ellos son manejados por empresas o instituciones distintas de Televisa y TV Azteca. Descontando los canales espejo, la cadena nacional del Canal 2 de Televisa transmite a través de 128 frecuencias. La del Canal 13 de TV Azteca, ocupa 89 frecuencias.”
El factor de concentración en materia audiovisual se incrementará de manera inevitable con esta operación. En cambio, no se ha determinado con claridad si la empresa Televisa ya cumplió cabalmente sus compromisos
