Medios sociales y elecciones
Octavio Islas
El 4 de noviembre de 2008 admite ser considerado como auténtico parteaguas en la historia del marketing político. Ese día fueron celebrados los 56os comicios presidenciales en Estados Unidos, y Barack Obama, candidato del Partido Demócrata, quien entonces sintetizaba las esperanzas de cambio de la gran mayoría de ciudadanos estadounidenses, recibió 69,456,897 votos directos de la ciudadanía y 365 votos electorales. John McCain, candidato del Partido Republicano, recibió 59,934,786 votos directos y 173 votos electorales.
A través del recurso del sufragio, los estadounidenses expresaron su enérgico rechazo al desempeño del gobierno del presidente George W.Bush, a quien no pocos especialistas consideran el peor presidente en la historia de la Unión Americana.
Los simpatizantes de Obama realizaron un formidable proselitismo a través de nuevos medios sociales. El fenómeno de la “Obamanía” se propagó en Internet 2.0, extendiéndose rápidamente a la llamada “realidad real”.
La exitosa campaña de Obama a través de medios sociales, confirmó la necesidad de diseñar, en lo sucesivo, efectivas estrategias de comunicación política a través de Internet 2.0, para el desarrollo de campañas a puestos de elección ciudadana. Las redes sociales –se afirmó entonces- contribuyen al efectivo empoderamiento de la ciudadanía. Barack Obama pasó a la historia como el primer mandatario afroamericano en la Unión Americana.
El martes 2 de noviembre de 2010, a dos días de cumplirse dos años del histórico triunfo de Barack Obama, fueron celebradas las elecciones de medio término en Estados Unidos, que permitieron renovar los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 37 de los 100 escaños del Senado, 38 gobernadores, varias legislaturas estatales, 5 legislaturas territoriales y, elecciones diversas a nivel estatal y local.
Los resultados que arrojaron los comicios eran previsibles. Amplios sectores de la opinión pública estadounidense perciben que el presidente Barack Obama no ha realizado los esfuerzos necesarios para enderezar el rumbo de la economía y su calidad de vida significativamente se ha deteriorado.
El Partido Demócrata perdió la mayoría en la Cámara de Representantes, situación que reduce considerablemente el margen de maniobra política del presidente Obama, cuyas aspiraciones para poder reelegirse se han complicado.
Muy poco se puede hacer a través de redes sociales cuando el deterioro de la economía resulta un argumento tan contundente. El pasado jueves 4 de noviembre -dos días después de la celebración de las elecciones intermedias-, la revista Forbes ubicó a Hu Jintao como el hombre más poderoso del mundo, desplazando a Barack Obama a la segunda posición.
Las recientes elecciones intermedias en Estados Unidos abren nuevas posibilidades al periodismo ciudadano. El diario Huffington Post [http://www.huffingtonpost.com/], por ejemplo, implementó el programa “Eyes and Ears 2010”, destinado a promover el seguimiento y la supervisión ciudadana en el desarrollo de los comicios. En las elecciones presidenciales del 4 de noviembre de 2008, el referido diario delegó en ciudadanos voluntarios la responsabilidad de asumir roles de corresponsales en el proceso electoral, a través del programa “Off the Bus”-.
De la twitósfera estadounidense procedieron hashtags como #ivoted o etiquetas como #electionday, #election, #vote. Googlemaps confeccionó útiles herramientas –Voting Information Project-, por ejemplo, para informar a cualquier ciudadano sobre el sitio más próximo para emitir su voto.
Además los medios convencionales definieron inteligentes estrategias informativas para obtener el mayor provecho posible de los medios sociales. La narrativa de los viejos medios resintió radicales transformaciones durante el seguimiento del proceso electoral. Internet 2.0 una vez más demostró ser territorio propicio para la transparencia, la instantaneidad informativa y el periodismo ciudadano.
