Gorditos del mundo, ¡uníos!
René Mondragón
http://www.yoinfluyo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=22330&Itemid=40
No hay duda. Uno de los temas de la mayor relevancia en estas últimas semanas ha sido el asunto de los chavitos panzones, vulgo para la obesidad infantil. Lo es por un montón de razones, y es obvio que el tema requiere de una respuesta rápida de padres de familia, maestros y autoridades de educación y salud.
Gorditos “evidentes”
¡No me diga usted que se requiere ser ingeniero en antropomorfología para detectar a un chavito panzón que desborda y desparrama “el callo” de la andadera!
¿Qué le cuento?, que los maestros de las 220 mil escuelas de este país serán los responsables de “detectar” a los niños con “obesidad evidente”. Una vez detectados mediante su sentido arácnido, enviarán a los gorditos a los centros de salud para su tratamiento; igualito que cuando se atendió la emergencia sanitaria por la influenza.
La intención es buena, identificar los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos en esa parte de la población infantil. Sería, efectivamente, la primera vez en echarse a andar una estrategia como ésta. El énfasis en la prevención es plausible.
Un aporte a las estadísticas
El primer renglón en donde habría que poner una atención adicional sería, precisamente, en nuestros amados maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Por un lado, habría que poner “a dieta” y a trabajar fuerte para “adelgazar” la estructura de ese montón de profesores que se la pasan apoyando huelgas –“en solidaridad” con las protestas de los mentores en Tanzania, el Chad o Ecatepec– con un oficio que sugiere, al buen entendedor, que los mentores se encuentran “de comisión sindical”.
De manera simultánea, se podría poner “a dieta” a la nube de “administrativos” que dan soporte técnico al órgano de poder de doña Elba Esther Gordillo –lidereza del SNTE–; además de poner a revisión a los asesores, cuya función principal es la operación electoral a favor de quien se deje.
La otra parte del programa de “adelgazamiento” podría enfocarse a detectar “gorditos evidentes” en el Congreso de la Unión.
En esta fase del programa, la detección es mucho más fácil. Bastaría que la “Comisión Bi-Camaral Especial para la Detección de Obesidad Legislativa” se fumara uno o dos programas del Canal del Congreso, para darse cuenta de qué curules y en qué Comisiones se pueden ubicar los gorditos evidentes.
Un hitazo indudable sería la emisión de un dictamen que nos indicara, a los mexicanos de a pie, la forma en que van a adelgazar San Lázaro. ¿De 500, a… cuántos legisladores le gustaría a usted?
La idea es buena, pero ha encontrado algunos detractores que aseguran que, el mero intento de “adelgazamiento” del Congreso, traería una sensible disminución en términos del desarrollo económico nacional y su consecuente baja en el Producto Interno Bruto (PIB).
¿La razón? En el proceso de la dieta, acabarían por extinguirse los negocios de papitas, gorditas, sopes, huaraches, tacos al pastor, de buche, nana y cuajar; las tortas de milanesa, las cubanas, las de huevo con chorizo y las de jamón con queso. Evidentemente, todas las delicias que potencian el colesterol, la glucosa, la hipertensión arterial y la llanta.
Ni modo. ¡Gorditos del mundo, uníos!
mondragonrene@hotmail.com
—————————————————————————————
Comentario de Octavio Islas
Un pequeñísimo detalle que pasa por alto René.
La comida «chatarra», como buena parte de la que vende Bimbo-Marinela.
Ahora comprendo la omisión: Don Lorenzo es patrocinador de Yo influyo.com.
Sí, Don Lorenzo, el defensor de Marcial Maciel -quien propició la ruina del Canal 40 por el programa que Ciro Gómez Leyva dedicó a la pederastia y las adicciones -hoy reconocidas hasta por el Papa- del ejemplar fundador de Los Legionarios de Cristo.
