4054 México, Yo influyo.com, Uniones homosexuales, ¿la iglesia discrimina?, René Mondragón, miércoles, 06 de enero de 2010

Uniones homosexuales, ¿la iglesia discrimina?
René Mondragón, Yo influyo.com
miércoles, 06 de enero de 2010

Otra vez, la cuadrúpeda “asnífera” al cereal

No faltarán las voces, abiertas, soterradas, cínicas, disimuladas, “hablantosas”, “vociferantativas” y partidariamente trashumantes –“saltimbanquis”, acostumbraba decir mi abuela– que ahora vengan a acusar a “la Iglesia”, de anticuada, xenófoba, discriminatoria y varios epítetos más. ¡No pasa nada! La Iglesia –siempre madre y maestra – está suficientemente acostumbrada a todas esas cosas.

¿Se acuerda usted de Nerón, Herodes, Calígula, Hitler, Mussolini, Marx, Lenin, Trotsky, Hugo Chávez, y más recientemente, los perredistas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF)? Lo último fue exactamente igual, podríamos decir –aunque ya casi no se usa – que fue una “copia al carbón” de las estupideces que hacían los fariseos y los saduceos. No hay nada nuevo bajo el sol.

Posicionamiento del Primado de México

Ya se sabe que al perredismo autóctono le encanta la confrontación directa, los golpes bajos al estilo del Bronx, las patadas y mordiscos de oreja a lo Mike Tyson. Tampoco es para extrañarnos.

Habrá que estar al pendiente de las reacciones “negriamarellas” de los próximos días, porque el Cardenal Norberto Rivera hizo una afirmación que caló hondo entre los asambleístas: “Una unión formal entre personas del mismo sexo será todo, pero jamás un matrimonio, y desde los valores cristianos siempre será inmoral”.

Ése es el quid del asunto. Con 39 votos a favor –¿ya adivinó usted de quién?–, 20 en contra y cinco abstenciones, se aprobó ya lo que le dieron en llamar “la unión matrimonial civil” entre homosexuales. Con ello las uniones gay –me sigo resistiendo a llamarle “matrimonio”– podrán realizar varios actos jurídicos como créditos bancarios, herencias, seguridad social.

El tema más polémico, sin embargo, se centra en la capacidad jurídica de las parejas homosexuales para adoptar niños. Es decir, los perredistas mayoritearon y se fueron más lejos de su famosa “ley de convivencia”, que restringe diversos aspectos –que pueden resultar discriminatorios– para las parejas heterosexuales.

“Matrimonios” o Sociedades Anónimas

Las tesis que manejan los veneradores de las parejas gay, son altamente vendibles: derechos humanos, libertad sexual, no discriminación, igualdad de oportunidades. La argumentación es inteligente. No son tontos. Sin embargo, creemos, al lado del Cardenal Rivera, que «no existe ningún fundamento racional o ético para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia».

Ésa es la otra parte sustantiva del tema. Se pretende homologar y analogar al matrimonio entre hombre y mujer, con la unión –que seguirá siendo de conveniencia, como los expendios de comida rápida– homosexual. Esto es, nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino.

¿La Iglesia vs. los homosexuales?

La sola pregunta ofende a cualquier ser humano al que le peguen un espejo a la nariz y lo empañe. No hay nada más falso en esa aseveración. La Iglesia –y lo hemos abordado en este mismo espacio– jamás va a discriminar a nadie. Por el contrario, su posición ha sido siempre, aun con la perversidad de quienes torcieron las declaraciones de Monseñor Lozano Barragán, de respeto, de caridad. Incluso, de generar una pastoral específica para esos hermanos.

No se trata, pues, de oponerse o discriminar a las uniones homosexuales, sino de “reconocer y defender al matrimonio como institución esencialmente heterosexual”.

Riesgos adicionales

Al socializar y ver como “normales” este tipo de uniones, es previsible que más de algún desinformado llegue a entender que sólo se trata de “cambios de personalidad”. Adicionalmente, el tema de la procreación se quedará en el traspatio como concepto desechable.

Alguien podría argumentar que para ese efecto se validó el tema de la adopción. Es probable que hasta den abundantes cifras de los niños que viven en orfanatorios y albergues, como alternativas viables para que las parejas gay puedan adoptar.

Particularmente, me parece una falacia, porque hasta donde sabemos, no hay ningún estudio sobre el particular. Y como no faltan los voceros perredistas en este tema, podrán contradecir al suscrito, asegurando que la crisis está tan difícil, que habrá que entender a las parejas homosexuales y sus razones para no adoptar niños de los orfanatorios. El punto, como señala bien el Cardenal Rivera, es que la unión homosexual, cierra toda posibilidad al don de la vida.

O sea, como certeramente dice un majadero y atinado vasco, amigo mío: ¡El caso es, toser!

Unión libre o por la de cuota

Lamentablemente, estamos en presencia de las “experimentaciones conyugales”, los “matrimonios S.A.” y las parejas que conceptualizan una divisa: “unimos nuestros sueldos hasta que el hambre nos separe”. ¿Cuántas parejas gay desean en verdad, unirse bajo este esquema de derechos y obligaciones con su pareja?

En nuestra opinión, la tentación de vivir en unión libre o concubinato es muy alta. Lo que significaría también, que los temas sobre seguridad social, heredar, obtener créditos en conjunto, e incluso, el polémico asunto de la adopción, pueden irse por la alcantarilla. En esta dimensión, se vuelve inexplicable el impulso y la veneración perredista por reformar el Código Civil.

Dicho de otra manera, no me imagino –respetuosamente dicho– a la señora esposa de Marcelo Ebrard, “legalizando”, en “uniones colectivas”, a todas las parejas gay dispersas en Iztapalapa, aunque sean apadrinadas por Juanito.

mondragó nrene@hotmail.com

—————————————————————————————————-

Comentario de Octavio Islas

La iglesia y la ultraderecha resultan tan hipócritas.
Objetan las «uniones homosexuales» pero toleran y protegen a sacerdotes pederastas, a quienes consideran «enfermos», no criminales.

Ello definitivamente me parece tan incongruente.

¿No convendría que primero se ocuparan de resolver tan reprobable problema?

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.