DIEGO CAPUSOTTO Y PEDRO SABORIDO ESTUVIERON EN RADIOTEA. EXCLUSIVA ENTREVISTA A LOS CREADORES DE ´PETER CAPUSOTTO Y SUS VIDEOS´, GANADORES DEL PREMIO CLARÍN.
EN UNA CHARLA QUE SE TRANSMITIÓ POR RADIOTEA ON LINE, CAPUSOTTO Y SABORIDO FUERON ENTREVISTADOS POR EMILIO CARTOY DÍAZ, MARTÍN ´LORO´ ZABALA Y LOS ALUMNOS, ANTES DE CAPUSOTTO RECIBIERA EL CLARÍN DE ORO 2008.
PROCESO CREATIVO – ¿DONDE TERMINA EL JUEGO Y EMPIEZA EL TRABAJO?
– Pedro: Tiene que tener todo el tiempo las dos cosas (juego y trabajo). Pero si se convierte en un trabajo en su totalidad, pierde la diversión que nos genera a nosotros.
La primera prueba para que sea bueno es que tiene que ser algo que nos divierta a nosotros. Nos podemos quedar mirándonos una hora a los ojos a ver si se nos ocurre algo. Muchas veces nos damos cuenta en qué momento concordamos en una idea. Pero nosotros lo hacemos sentados en un bar o tomando mate en la casa. Nos juntamos y sabemos que siempre tiene que salir algo y desde que laburamos juntos nunca pasó que en un encuentro no salió una idea.
¿CÓMO SE CONOCIERON?
– Diego: Nos conocimos porque yo salía del trabajo de él y él del mío. Yo estaba en “Cha cha cha” y un día en un boliche nos hablamos y me llamó para participar en un programa de Tato, en el año 1993. Recién en el 98 cuando hizo “Delicatessen” nos llaman a Fabio y a mí y ahí empezó el primer contacto laboral con él, y creativo porque también Delicatesen era un programa donde cada uno también podía aportar de su cabeza. Con un guionista formal que en este caso era él. Después de eso vino “Todo por $2”, pero estamos hablando sí, de diez años.
LA QUÍMICA
– Pedro: Eso empieza en todo por dos pesos. A veces terminábamos de grabar y al rato estábamos en un boliche, tomando un whisky y pensando cosas para el programa. Y había una situación en la que las ideas circulaban libremente con el otro, cuando no hay mucha traba, ni discusión. La discusión que podemos llegar a tener tienen que ver en general con lo técnico del programa, por las etapas del programa: cuando surge la idea (que es el momento más feliz), cuando lo grabás (que a veces es divertido y a veces no), también la edición que es parte de lo que es la televisión y el proceso final que es la puesta en el aire, cuando te relajás y lo mirás. Y es un trabajo que se puede hacer porque tenemos mucho ejercicio juntos, de sentarse y pensar cosas desde Todo por dos pesos.
¿ESTE ES EL PROGRAMA QUE MÁS LOS SIMBOLIZA?
– Pedro: este programa que tiene son cosas que tienen que ver con nuestra vida, el rock, el peronismo, y otras cosas que forma parte de nuestra vida. Y nos muestra que es un programa de adolescentes en el sentido que tiene un espíritu en la forma en que tuvieron que tener en nuestra vida. Como por ejemplo el personaje de bombita Rodríguez y es simplemente jugar con bromas que es algo más cultural que un personaje diseñado para parodiar a alguien, es parte de un juego. Y son chistes que lo hacemos desde que nos conocemos.
COMO RECIBEN LAS CRÍTICAS?
– Diego: Es una circulación que esta bien. Nosotros no tenemos que explicar demasiado. Eso es un lugar común. Pero el programa se explica cuando se hace. Y la explicación tiene una vuelta que en realidad es mas genuino cuando se hace. Lo que sí me resulta interesante son las lecturas que se hacen sobre el programa que es una manera de que el programa circula no solo entre nosotros sino también entre los espectadores y esto puede hacerlos reflexionar sobre el programa, en lugar de que estén acostumbrados solo a ser entretenidos. Porque uno esta interesado en lo que esta viendo.
A veces es interesante escuchar lo que ve el espectador. Cuando en realidad uno no tiene la palabra justa. Nosotros hacemos disparadores. Sabemos que un personaje como bombita trabaja desde el humor mas puro que es jugar con lo antagónico, hablando de iconos de una de época y una construcción social de algo que paso que fue importante.
Nunca nos juntamos para hacer un personaje pensando que provocará una discusión general.
Emilio: El programa tiene toda una coherencia…..
– Pedro: No fue un programa estratégico sino más del corazón, hagamos algo que tiene que ver con nosotros. Y cada vez más nos comprometimos mas. Nos fuimos involucrando emocionalmente con el programa. El programa empieza con una idea casi musical, no de tanto personaje. Empezó primero con la idea de poder ver bandas que hoy no pasan porque no están dentro de la programación comercial.
Después también aparecen los personajes que tienen que ver con el folclore del rock, con una mirada de no tomarlo tan en serio.
EL OBJETIVO
– Pedro: El contenido debe estar por delante de la producción. Pongamos más la energía en lo que queremos contar. Es algo que fuimos descubriendo a medida que lo fuimos haciendo. Y para eso necesitamos siempre el mismo grupo de 6 o 7 personas que hacemos el programa. Y no queremos que haga falta más gente. Y yo no quiero más producción, no quiero grúas. No lo creemos necesario.
INTERESANTE: NO VIVIR DE UN SOLO PERSONAJE
– Pedro: Es importante no vivir de un solo personaje. No hay que generar cansancio. Es preferible dejarlo descansar y ponerlo brevemente en los programas para hacer una re aparición más tarde y siga teniendo el mismo efecto.
Nosotros intentamos que en distintos sketchs haya humor para distintas edades.
Martín: la autenticidad del programa y la química del contenido, a qué apunta?
– Pedro: A veces sentimos que tiene un humor básico y otros momentos que necesitamos que tengo un humor un poco más sutil. Y también la posibilidad de contar con varias lecturas.
– Diego: La resultante de este programa son horas de reuniones con Pedro. Hay un equilibrio que es justo. La confianza tiene que ver con que desde el cuerpo yo puedo hacer reír y lo que me va a dar el con papel va a hacer reír.
HACER CINE
– Diego: el tema de poder hacer algo donde estas contando como el programa ya es bastante. Hoy nos divierte mas la posibilidad de hacer un programa de radio o teatro. Hasta que pueda aparecer el programa de nuevo el año que viene queremos hacer un programa de radio musical, con esa impronta que tenia el programa que hacíamos, no un programa con consignas o que se hable con el oyente, o con personajes.
– Pedro: para hacer eso hay que matar otra que ahora está. Cuando descartemos el programa de televisión podríamos pensar algo fílmico. O parar un poco el programa y empezar con otra cosa. La habitualidad le quita fuerza a las cosas. En un sentido, en otro se necesita estar todo el tiempo en los diarios para permanecer. Nuestro camino es que por momentos se borre y baje la energía para después volver a estar. Para mí la televisión sigue siendo la gran editora de la realidad. Termina de imponer la realidad.
CÓMO ES UNA REUNIÓN DE BRAIN STORMING
– Pedro: Nos sentamos y vemos que tenemos que hacer. Y a veces aparecen las tres cuentes de las ideas. Sí a Diego le pasa algo va y la anota. La segunda es tomar alguna observación y en base a eso planear un sketch. Y la tercera es sentarse y ver qué podemos hacer porque algo falta.
LA PARODIA
– Diego: la parodia también tienen que ver con los personajes que uno conoce y uno lo descompone a partir de la parodia, inventando inclusive un personaje que hace todo lo contrario.
– Pedro: Incluso por ejemplo pueden salir cosas antes de la reunión. Como por ejemplo “Pomelo”. Diego jodía con pomelo durante una gira.
METODOLOGÍA DE TRABAJO
– Diego: Todo lo anotamos. Anoto una imagen que me causa gracia incluso de algo que escucho.
– Pedro: incluso esa idea la anotamos por ejemplo en un micro en enero y la ficha del personaje final cayó en septiembre.
DIFERENCIA ENTRE HUMOR DE RADIO Y TV
– Pedro: si elegimos hacer un programa ahora que no sea basado humorístico, no noto ninguna diferencia entre el humor de radio y el de tv. Son los recursos los que podés usar que lo diferencia. Creo que la gran diferencia es como se miran o como se escuchan las cosas. La única diferencia que veo es lo que pasa lo que ocurre con la persona que ve eso o que lo escucha. En la tv se mete en la cabeza y no podés dejar que la persona se distraiga. Y la radio creo que da mas libertad a quien lo escucha.
¿NO SERÁ TODO UNA BOLUDEZ LO QUE ESTOY HACIENDO? UNA DECEPCIÓN?
– Pedro: yo encontré una cierta trascendencia a partir de haberme conectado con los personajes y con la creatividad.
Uno a veces se pasa mucho tiempo haciendo cosas que no le gusta. Pero me parece que el tema de insistir con un proyecto y con una idea. Me ha pasado con nos han bajado de varios lugares hasta que finalmente se dio. Y en la cabeza siempre tuvimos la idea de que tenía que salir. No renunciar. No dejarse vencer
Martín: Algún recaudo a la hora de hacer personajes?
– Pedro: Nunca tomamos ningún recaudo. EN general no sentimos que nos podemos pasar. Además no es necesario provocar a alguien para que sea exitoso.
Si nos metemos con algún personaje emblemático, hacemos que no haya una provocación de desmenuzar sólo para la provocación. NO está contado desde el lugar desmitificador.
Emilio: Cuánto se atan el actor al guionista y viceversa?
– Pedro: Para mí es fundamental que esté él. Yo le puedo dar la vuelta al personaje pero sin él no lo podría lograr.
Martín: ¿Les molesta el éxito?
– Pedro: Me da un poco de fobia a esta altura del año que lo que provocamos con el programa a el cansancio de estar repitiendo lo mismo. EN este momento estoy en una etapa donde prefiero que el programa se vea. Pero en general me llega noviembre con el cansancio de haberse juntado todo el año más los requerimientos externos. Me molesta que alguien venga y te requiera lo que tenés que hacer respecto de tus personajes, posar con alguien con un personaje, etc. Pero a Diego y a mí nos pasa lo mismo.
LOS PREMIOS
– Pedro: Más allá de lo que puedan ser los reconocimientos, muchos de esos premios han sido otorgados genuinamente porque contamos con la fortuna de que quizá en una tv donde no pasa mucho, cuando medianamente pasa algo es reconocido. Y es reconocido porque esta en un lugar que no roza ciertos discursos imperantes que uno debe ser exitoso, medir rating, o los programas que se van en “lo que funciona” o lo que “la gente quiere escuchar” y yo me pregunto: qué gente? De qué persona hablás? Del de Capital o del de Chaco? Por son muy distintos.
Lo que hacemos nosotros que está corrido de todo eso es mirado con respeto.
Pero después del premio uno sigue trabajando y está en el mismo lugar.
LA FAMA
– Pedro: Uno en general agradece a la gente. Hay un momento en donde uno quiere estar más con lo que no estuvo antes que es la familia, los amigos, el refugio. Tiene que ver con alejarse un poco.
Emilio: Qué piensan del ámbito de las escuelas
– Pedro: Creo que son buenos espacios porque se ahorra mucho tiempo de aprender, practicar, compartir con gente afín a uno. Cuando yo fui a Radio Mitre jamás había visto un micrófono. Es bueno tener los elementos a mano. Sí se tiene que convertir rápidamente en hacer. Si hacés un programa en RadioTEA o en Rock and Pop tiene que ser con la misma sensación, hacer lo mejor posible.
Y cualquier lugar puede ser un criadero de ideas. Este programa empezó en un canal de cable (Rock & Pop TV) que medía 0.05. La señal desapareció y el programa sigue
– Diego: Creo que en el hacer está la cuestión. Y la satisfacción de entrar y saber qué es lo que tenés que hacer.
CONSEJOS
Alumno: ¿Cómo empezar a laburar?
– Diego: la voluntad. EL convencimiento de lo que estás diciendo. Es fundamental.
– Pedro: Tenés que ir disfrutando el camino que estás haciendo. No por eso no soñar. Si no sí es una eterna frustración. Es hacer con furor cada paso. No podés vivir de la expectativa. Ir buscando el camino e ir creyendo todo lo que ocurre. Mientras lo hacés tenés que crearlo. Y cuando llegás a tu casa tiene que cambiar la historia. No podés vivir de lo que el otro cree que es tu éxito.
La entrevista se realizó en el estudio principal de RadioTEA el 24 de Noviembre y será emitida nuevamente por RadioTEA online durante el mes de diciembre.
Más información: www.raditoea.com.ar
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DIEGO CAPUSOTTO LUEGO DE RECIBIR EL PREMIO «CLARÍN» COMO FIGURA DEL AÑO
La noche del lunes ya quedó atrás. Y atrás del escenario, con las luces apagadas y los ecos de un Luna Park rendido, literalmente, a sus pies, Diego Capusotto saborea un Malbec. Brinda y se brinda, simple, con su remera estampada y su sencillez, una combinación que debe haber llamado la atención de más de uno en el universo de la purpurina. No es una postura, claro, ya es su modo. Lejos de la solemnidad y las puestas en escena, el hombre que acaba de ser elegido la figura del año en los Premios Clarín Espectáculos 2008 valora haberse alzado con cinco estatuillas y, sin embargo, al momento de irse a dormir en plena madrugada, las dejaba sin querer sobre la mesa. Cinco pasos le bastaron para darse cuenta del olvido. Cinco pasos que reflejan que los premios no le quitan el sueño.
No se lo quitan, pero lo reconfrotan: «Yo los tomo como un reconocimiento. Como un reconocimiento genuino. Y más éstos, que vienen de los pares. Jamás laburé pensando en un premio, te lo juro, pero cuando lo recibo me da orgullo y más ahora, que siento que el programa llegó a un punto de evolución que marca la seriedad con la que encaramos el juego… Creo que lo que se valora es el recorrido y el crecimiento que fue teniendo Peter Capusotto y sus videos».
Sentado en un sillón blanco, en la penumbra del después, con su copa y sus clarines, como dice él, aparece el otro Capusotto. Ni Peter ni el Diego que está obligado a hacerse el gracioso. Capusotto es un tipo sobrio, profundo, que es capaz de pincelar cada tanto su decir con alguna acotación chispeante, pero no articula exclusivamente su pensamiento alrededor del humor.
Frases
– Sabe que los premios van a un lugar que queda ahí. Uno va a recordar este momento.
– Suelo ser muy descuidado, inclusive conmigo mismo.
– No soy de pasar franela a los premios, me parece de solterón. No me gusta el cholulismo, me gusta el reconocimiento.
– Me hubiera encantado agradecerle a Olmedo, pero la reivindicación liviana, por la fama nomás no me va.
– El mundo puede continuar sin mi orgullo
– El reconocimiento tiene que ver con el recorrido que estuvo haciendo el programa.
– Llegó a un punto de evolución que tiene que ver con la seriedad con que encaramos el juego.
– El lenguaje humorístico es un lenguaje noble con un sustento también ideológico y si rebota afectivamente eso en la gente uno lo agradece.
– El año que viene: lo haremos en la medida que aparezcan nuevas ideas.
– El programa está instalado desde un lugar genuino
– Tuvo un trayectoria de empezar un poco de la nada, pero no como una postura estratégica, sino porque no empieza así y se va sumando a medida que uno se involucra.
– Este es un programa que empezó por Daniel Morano, mientras yo hacia teatro con Fabio Alberti. Empezó como algo vinculado con la cultura rock de la que uno formó parte y en principió el programa empieza con esa cosa de pasar videos y de juntarme con el griego, quien es el que tiene los videos que es un poco el sueño que teníamos los dos de poder ver un programas con videos de banda que no se pasan habitualmente.
– Pedro es mi sostén y los personajes hablan por los dos
– El programa está hecho de buena madera.
– Yo no pienso en lo que va a venir. Nunca nada tiene futuro.
– Nada de lo que uno hace tiene futuro. Se sabe qué va a pasar mañana y hasta ahí nomás.
– Yo me concentro en el placer de hacer este laburo y nunca pienso en el premio.
– Pensaba que igual que el año pasado podía ser el mejor humorístico, pero en la peli no lo tenia muy claro.
– cuando vi una cámara enfrente pensé que venía para mí. Cuando hay una cámara a dos metros algo pasa.
– No tengo cábalas
– Me queda la satisfacción de haber participado de programas que me han hecho feliz, como “Todo por 2 $”, “Cha-cha-cha” o “Delikatessen”, programas de los que me enorgullezco de haber formado parte.
– A mí me gusta la autogestión.
– Con Pedro hacemos nacer a estos personaje, porque yo les pongo el cuerpo pero Pedro les pone el alma o la voz. Es una construcción hecha a dúo.
– Estamos mas cercanos a hacer el programa a mitad del año que viene
– Tenemos la idea de hacer algo de radio con Pedro en Radio Provincia y Kabul, que saldría en las dos radios. Probablemente sea un poco parecido a lo que fue el programa de TV al principio.
– No se va llamar y sus videos
– Se llamaría y sus cassettes,
– Vacaciones y capaz en febrero arrancaremos con el programa de radio
– Queremos, como dice Pedro, que el programa sea como una especie mas de evento que de habitualidad. No una imposición, que cuando el programa aparezca, vuelva. Que por otro lado es verdad, los personajes aparecen cuando vos estás dejando a hacer el programa. Sin o aparece esa cosa mecánica que enfría todo.
– Los personajes tienen que pedir pantalla y no al revés. Tiene que aparecer algo que nos pertenezca a nosotros.
– Si nosotros pensamos en que vamos a volver a hacerlo por Miki Vaiinlla, por Pomelo o por Bombita nos quedamos cortos, porque eso es lo que ya conocemos y conoce la gente. Tenemos que tener personajes que sean desafíos para pedro escribirlo, para yo actuarlo, para la gente verlo…
– No tenemos que justificar el premio haciendo algo que hicimos. El premio es por lo que uno hizo.
– Yo nunca me voto. Le escapo a la autorreferencia.
– Uno no solamente vive de lo que uno hace, sino de los que te conmueven. Hay que dar crédito a eso.
– ORO: no, eso es un futurismo que hubiese hecho a los 15 años El año pasado era volver a hacer el programa, no fantaseé ni un poco.
– PANTALLA: no somos participes del éxito numerológico ni de lo que se instala. porque muchas veces lo que se instala también es berreta. Y uno no forma parte de ese juego y desmitifica todo ese lenguaje simulador y mentiroso que hay sobre todo en los medios que te dice lo que hay que ver. Siempre odio esa frase que dice «lo que la gente necesita ver». Me parece bastante obceco. Hay mucha gente que necesita otra cosa. No creo que lo que la sociedad necesite solo que sea algo que viene de la tele.
– A veces con el entretenimiento se ocultan otras cosas. A veces hay que profundizar
– Nuestra preocupación nunca fue estar instalados en un lugar de supuesto éxito.
Por: Silvina Lamazares
Fuente: Diario “Clarín”
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EL ANÁLISIS DE UN FILÓSOFO. GIANNI VATTIMO: ‘LA TELEVISIÓN ES COMO EL AGUA POTABLE’
LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA TELEVISIÓN ITALIANA ES PEOR DE LO QUE PUEDE IMAGINARSE.
En cierto sentido, lo que se ve en televisión es, siempre, una mentira. Es un órgano de información, pero desde un punto de vista práctico resulta imposible que abarque la totalidad de lo que sucede -es decir, todos los ángulos posibles y temáticos-. En la televisión hay, siempre, una interpretación.
Llegados a esto, creo conveniente ser claro: cuando hablo -o, para el caso, cuando escribo- no soy objetivo, y nadie lo es. Como cualquier ser humano, disfruto cuando aquello que pienso logra imponerse al resto de las posiciones. Digo: hay momentos en que no me interesa tanto que se diga la verdad en general, sino que se diga aquello que yo creo que es importante, y que es relativo. Eso no me hace olvidar que, obviamente, en la televisión tiene que haber un cierto equilibrio en lo que se dice.
Un caso contrario a lo que digo es la situación actual de la televisión italiana, que es la peor de las imaginables: un mismo hombre -Silvio Berlusconi- es dueño de la televisión privada y, ahora, también decide acerca de la televisión pública. Y no lo digo sólo por su cargo como autoridad de Italia, sino porque además de dueño de canales de televisión es titular de las mayores agencias de publicidad del país, como Publitalia, que por el volumen de segundos al aire y por las cuentas que manejan tiene una fortísima injerencia en la prensa gráfica y audiovisual. Si alguien ataca muy duramente a Berlusconi, la publicidad manejada por esas agencias desaparece. El mismo ha llegado a decirle a los industriales italianos, en público, que si hay figuras en la televisión italiana que resultan pesimistas y muestran los males del mundo, entonces no resulta conveniente publicitar en sus programas. No sólo tiene cargos que implican serios conflictos de interés, sino que dice públicamente esta clase de cosas. Para resumirlo: en la actualidad los medios italianos muestran una libertad aparente, pero lo cierto es que hemos llegado a un punto en el que nadie puede creer lo que aparece en la pantalla.
Hay muchas cosas de la televisión que no me gustan, en especial todas aquellas que tienen que ver con orientaciones ideológicas que no comparto. A esta altura, no espero que la televisión me diga todo, porque sé que eso no es posible. Creo que lo único que nos queda para mejorarla es consumirla con cuidado. Por ejemplo, yo veo sólo películas viejas, porque el resto de lo que se da no me interesa.
Existen formas de limitar el poder de la televisión. El medio ha hecho un largo recorrido, y por lo tanto resulta más difícil establecerle nuevas reglas, pero una de las posibles herramientas que le quedan al Estado es la de limitar la cantidad de horas que la televisión está en el aire.
La televisión es como el agua potable: es gratis, pero debe ser controlada para determinar si está en condiciones de potabilidad que la hacen factible de ser consumida. Tiene que haber algún tipo de control, y uno de los recursos para disminuir la cantidad de idioteces que se ponen en pantalla es que haya menos horas de pantalla. De lo contrario, por estar todo el tiempo al aire se termina por poner cualquier cosa, no hay selección del material y se llena con lo que se tiene a mano.
Por Gianni Vattimo
Fuente: Perfil
Más información: www.perfil.com
LAS MUTACIONES DEL ROCK EN DEMOCRACIA: CONTRACULTURA OFICIAL. ¿ES QUE EL ROCK SE CONVIRTIÓ EN TEMA DE ESTADO?
HACE 25 AÑOS, LA DEMOCRACIA VOLVÍA PARA QUEDARSE Y LA POLÍTICA INICIABA UN PROCESO DE RECONCILIACIÓN CON EL ROCK QUE, COMO TODA RELACIÓN, TENDRÍA MOMENTOS DE AMOR, ODIO, PASIÓN Y REACCIÓN. ENTONCES HUBO CHICHONEO ALFONSINISTA, INDIFERENCIA MENEMISTA, PROTECCIONISMO DELARRUISTA, DESAMPARO EN CROMAÑÓN Y LEGITIMACIÓN KIRCHNERISTA.
10 de diciembre de 2007. Gustavo Santaolalla, Bahiano, Pablo Romero (Arbol), Alejandro Lerner y Patricia Sosa la invitan mientras canturrean una de Los Abuelos de la Nada. Ella, sentada junto a su esposo, acepta el convite y se suma al micrófono. La primera foto de Cristina Kirchner como Presidenta de la Nación, entonces, será haciendo los coros de Himno de mi corazón sobre un escenario montado en Plaza de Mayo. A algunos les pareció simpático, otros se doblaron de estremecimiento. Un año más tarde, la democracia moderna llega a su primer cuarto de siglo ininterrumpido en la historia argentina y la pregunta se dispara sola: ¿desde cuándo el rock es tema de Estado?
Nadie se sorprendió cuando, en marzo de 1973, el flamante vicepresidente Solano Lima compartió tablas con la fauna rockera local, ofreciendo un discurso en el Festival del Triunfo Peronista que, de no haber sido por una lluvia torrencial, hubiese permitido celebrar la victoria de Héctor Cámpora en el estadio de Argentinos Juniors junto a Pappo, Sui Generis, Pescado Rabioso, León Gieco, La Pesada del Rock and Roll y un largo etcétera. Es que eso fue apenas una excepción fulgurante dentro de un gobierno efímero: el Tío duró menos que su primavera y de allí hasta la reivindicación del rock nacional post-Malvinas sólo hubo tiempo para censuras, razzias y persecuciones.
Los Redondos escribieron en su mitología una página inolvidable cuando realizaron en la medianoche del 9 de diciembre de 1983 el último recital en dictadura (o el primero en democracia, depende del lado del calendario que se lo mire). Monona, una bailarina del clan ricotero, irrumpió en el escenario del Teatro Bambalinas vestida de militar y terminó su faena completamente desnuda. El mensaje era claro, pero incompleto: el rock necesitaba cambiar de ropa, pero también de piel. Si un año atrás se había subido al atrio político acompañando el pro-belicista Festival por la Solidaridad Latinoamericana (del que luego muchos se despegaron y pocos se reprocharon), ahora habría que enjuagarse la cara y asumir el reto democrático con decoro.
Pero las cartas ya estaban echadas. La política quiso recuperar espacio perdido tras siete años de desventaja. Con el rock, fértil terreno de proyección juvenil, primero disputó y luego negoció: Alfonsín derogó toda lista negra de radiodifusión vigente y en Capital se organizaron ciclos de recitales gratuitos sobre Barrancas de Belgrano. Eso, hasta que Félix Luna asumió como secretario de Cultura y los cortó con la frase: “Excitan mucho al público y provocan actos de violencia”. La historia jugó para el historiador: el Festival de La Falda tuvo su punto final en 1987, tras ocho ediciones consecutivas, a causa de serios incidentes.
El marketing político descubrió al rock nacional en plena hiperinflación. Eduardo Angeloz salió de gira proselitista con Ratones Paranoicos, Spinetta, La Torre, Man Ray, Virus, Melero, Baglietto y Los Pericos; y cerró su campaña a todo trapo con un acto-show en Ferro, del que también participó Charly García. A su competidor, Carlos Menem, le bastó un modesto festival en La Boca junto a Los Auténticos Decadentes y Memphis para ganar la presidencia en 1989.
Antes de fin de año, Divididos, Las Pelotas, Attaque 77, Los Violadores, Pappo y otros artistas mantuvieron reuniones con funcionarios nacionales, donde manifestaron su malestar por las razzias en los shows y la invasión de música extranjera en las radios. Apartados de esas “rondas de negociaciones”, grupos como Horcas o La Renga pretendieron armar un camino paralelo integrando 90 en Banda. Ni unos ni otros lograron éxito en sus reclamos y de allí en más se abrió una grieta entre rock y política oficial. Las excepciones: Litto Nebbia en versión funcionario en 1990 y el affaire de Charly García y “Charly” Menem en Olivos.
Hermética ya lo había anticipado en Olvídalo y volverá por más (1993): el ex gobernador riojano fue reelecto y el descontento rompió en hervor sobre la agonía menemista con la actualización de La marcha de la bronca en manos de Las Manos de Filippi (Sr. Cobranza), Bersuit (Se viene) y La Renga (El revelde). El trío de Mataderos también se sumó al izamiento de la bandera guevarista, siguiendo la huella trazada en los ‘70 por Alma y Vida y Roque Narvaja, quien en su etapa de beat-folk revolucionario también les ganó de mano a Los Redondos con su disco Octubre, mes de cambios (1973). Cuando las fórmulas comenzaron a sonar trilladas, Actitud María Marta jugó al contraataque rapeando: “Opiniones continuadas, aburridas, desgastadas / te hacés el que opinás de política / pero tu opinión es paralítica” (Confusión, 1996).
Fernando de la Rúa insistió con las recetas económicas de su antecesor, pero en materia musical apeló a un proteccionismo inédito que tuvo sorpresivamente a Divididos en las dos caras de la moneda: llevando su rock demoledor a Tilcara dentro del ciclo Argentina en Vivo y animando un show en Capital donde murieron dos espectadores por negligencias organizativas. Eran tiempos en los que el secretario de Cultura, Darío Lopérfido, salía en tapa de la Rolling Stone junto a su novia, la guitarrista María Gabriela Epumer. “Soy muy puta, no trabajo para vos / mantenida gracias a la propaganda (…) no voy a ser prisionero / de tu organismo feudal”, contestaba Babasónicos en Soy rock.
Tras el beat de las cacerolas, las atropelladas sucesiones presidenciales y el intervalo duhaldista, Néstor Kirchner tomó el mando el 25 de mayo de 2003, con discos de León Gieco bajo el brazo y los Fernández arrogándose cucardas rockeras en el gabinete ministerial: Alberto proclamó su amistad con Nebbia y se sacó fotos con los Súper Ratones; Aníbal juraba haber visto en vivo a Los Redondos y a La Renga. La encuesta del NO de aquel año arrojó entre los músicos un optimismo inédito desde la asunción de Alfonsín. Poco después, la desprotección desnudada con la tragedia de Cromañón mostró que la política también es contracultural, si de ir contra las normas se trata.
El género que clavó su primera estaca en 1966 con un tema llamado Rebelde ahora suena políticamente correcto en el Salón Blanco de la Casa Rosada, en el bunker de Mauricio Macri y en el disco homenaje al 40º aniversario del rock nacional, que tuvo a Lito Vitale como productor y al Indio Solari como artista invitado. Mientras, la generación que está en el poder tiene una cercanía más tangible con el rock que la que proclamaba en campaña Adolfo Rodríguez Saá, que se decía fan de Los Beatles y no supo mencionar una canción cuando lo apuraron ante cámaras. Ya son 25 años para rockeros y políticos. El tiempo pasa, nos vamos poniendo… (completar con un adjetivo a elección).
Skay Beilinson
Si bien pareciera que es el único camino para resolver los problemas, la política padece de imprecisiones. Las miserias humanas te siguen acompañando por más que hagas lo que hagas. Trasladado a cualquier acto, termina confundiendo todo. El único camino que nos puede conducir a un cambio social, aunque a pequeña escala, es el de la vida comunitaria, donde uno confronta con sus miserias y trata de superarlas. El mundo de uno y el de los demás se enriquece en conjunto. Lo de Redondos en Oktubre fue una mirada más estética que ideológica. Era un poco la reivindicación de la revolución rusa, el 17 de octubre y los oprimidos, pero nunca con una mirada militante y partidista. Nunca quisimos bajar línea.
Roberto Pettinato
La música cambia. Puede ser política, como nada de nada. El rock es político cuando te enseña a pensar por tu cuenta y cuando le cambia la mirada del mundo a toda una generación al punto tal que puede derrocarte con la indiferencia. Uno puede participar en lo que quiera, pero si ves a músicos en 20 festivales organizados por el gobierno, terminás odiándolos o, incluso, te da la idea de que han perdido su valor. ¡No existe esa idea de que un pueblo vota a fulano porque escuchó que Gieco lo apoyaba! Nosotros somos tan estúpidos para votar que ni siquiera necesitaríamos que vengan músicos intelectuales a convencernos. ¡Hacemos nuestras propias cagadas solos!
Marcelo Moura Virus
El hecho de estar en democracia provocó un gran destape y cada uno adoptó la postura que mejor le pareció. Nosotros tenemos un hermano desaparecido y es un tema muy delicado. Yo sería incapaz de vender un disco diciendo que lo hice por él; negociar con eso realmente me parece muy bajo. Nunca estuve de acuerdo en alinearme con ninguna situación que implique una cuestión partidaria, pero respeto a los músicos que deciden hacerlo. Con Abuelas de Plaza de Mayo estoy de acuerdo porque me parecen muy piolas, pero también veo prendida a mucha gente de la guerrilla que consiguió un cargo y después se cagó en todo. Murió muchísima gente en función de un ideal como para que no tengan la dignidad de respetarla.
Pil Trafa Los Violadores
Ahora podés ser uno más del montón que se queja, antes éramos unos pocos y te costaba la libertad. No por eso éramos héroes: simplemente no medíamos las consecuencias de lo que nos podía pasar. En 1983 elegí a Alfonsín. Era la primera vez que votaba y fue un momento de mucha alegría. Después vino todo lo que sabemos y decidí no votar más porque ya no me interesa. Si la democracia es absoluta, tiene que ser optativa y permitirme eso. Los candidatos son de cuarta categoría, se insultan y no tienen propuestas, aunque sean un emergente nuestro y de la depuración que hicieron los militares en los ‘70. Somos un país interesante, pero vamos a seguir a los tumbos.
Luciano Scaglione Attaque 77
Hubo de todo en estos 25 años: artistas que se comprometieron, como nosotros o la Bersuit, que criticamos la era menemista corrupta y despiadada, y otros que no pudieron, no supieron, o no se animaron. No estoy de acuerdo en que los artistas participen en actos, principalmente por el nivel de los políticos y sus dudosas historias y gestiones. En todo caso, si los políticos cumplieran con su dignidad y representaran al pueblo… ¡pero eso es imposible!
Germán Daffunchio Las Pelotas
Hace 25 años se dio un proceso histórico en el que ganó la mafia. Ahí comenzó a desbarrancarse todo. Si se hubiesen democratizado los sindicatos y otros sectores fundamentales, estaríamos en otro país y la historia hubiese sido otra. Todas las veces que con la banda participamos de alguna causa fue porque la consideramos verdaderamente importante. Igualmente soy muy escéptico, hay mucha demagogia. Sólo puedo hablar por mí y por Las Pelotas, por lo que fuimos y por lo que pensamos. Todos los demás me resultan demasiado sospechosos.
Beto Zamarbide Logos
En la época de Malvinas sólo hubo dos grupos que cantábamos lo que les sucedía a los jóvenes, pese a los riesgos que corríamos: Los Violadores y V8. Hubo muchos que en forma repugnante pactaron con la dictadura de derecha del mismo modo servil que hoy lo hacen con la dictadura de izquierda. Las primeras expresiones surgidas a partir de la democracia preferían bailar una danza estúpida antes que hacer luto sobre tumbas clandestinas. Desde que el mundo es mundo, el poder se las ingenia para fagocitar todo brote de crítica y resistencia, para luego trastrocarlo y utilizarlo a favor de sus propios intereses. No solamente el rock sino todo ser viviente en nuestro país debería plantearse seriamente ejercer y defender su derecho a la vida, y resistir las sucesivas políticas tóxicas y destructivas.
Ezequiel Safatle Los Alamos
Hasta finales de la década del ‘80 existía cierto compromiso de los músicos con los ideales políticos, pero en la década siguiente todo cambió bastante porque todo se comercializó mucho más: mientras el país se fundía, los instrumentos y los equipos se podían comprar a muy bajos precios y se podía viajar al exterior a tocar, así que no había de qué quejarse. Hoy la cosa no está mejor, pero si un artista está a favor de determinado político, es normal que lo apoye. A nosotros nos invitaron varias veces a tocar en festivales organizados por Telerman y Macri, con quienes no tenemos ni un solo punto en común. De hecho utilizamos el espacio para denunciar o pedir distintas cosas, y eso casi ocasiona que nos corten el sonido o no nos inviten más.
Hernán “Cabra” de Vega Las Manos de Filippi
Hace más de 25 años, a los rockeros les cortaban el pelo en la comisaría. Hoy los contratan, los adulan y les prometen estadios llenos, pero no sé si está claro que el poder de la creación artística está en las bandas. Pero más allá de la decisión personal de tocar para alguno, está la necesidad de las bandas de exigir medios para desarrollarse. El rock se comió el verso de esta democracia, el verso de la libertad. Hoy en día, luego de la masacre de Cromañón y tanto ataque a las libertades y a la juventud, no debe haber dudas de que el camino es la organización política de las bandas en contra de este sistema.
Mariano Repetto Bicicletas
El papel del rock en democracia fue positivo porque siempre comulgó con ella: ambigua, completa, pero siempre deseada. El artista es un ser humano que necesita esperanzas como cualquier persona. Si dentro de todas esas búsquedas artísticas se identifica con las ideas que expresa determinado candidato, bienvenida sea la experiencia y la responsabilidad ante la misma. El poder no es negativo y la política es una de sus tantas manifestaciones, esa energía humana con capacidad de transformación. El rock también participa de la política porque es una de las circunstancias del arte. Negarlo es negar la condición humana.
Manuel Quieto Mancha de Rolando
Entendí un poco mejor el mundo en el que vivo no por ver a Mariano Grondona sino por escuchar al Indio Solari. El rock es incitar a la resistencia. Si no, ¿qué es? Siempre hay una buena canción que te da una mirada diferente sobre lo que pasa a tu alrededor y te invita a participar. Si alguien se encontrase deslumbrado por el carisma de un líder político y quisiera vivarlo a los cuatro vientos, nadie puede quitarle el derecho de hacerlo. Participaría en una campaña, pero si fuera de Fidel Castro o del Perro Santillán. Si no, prefiero seguir peleando desde afuera. El rock es la cara más pura de la política. Son casi una misma cosa, sólo que nosotros no fabricamos indigentes, ni manejamos fondos reservados.
Guillermo Bonetto Los Cafres
Creo que el artista tiene opiniones como ser humano mucho más valiosas que como partidario de una idea política. Desde ese punto de vista, me parece que se pierde la fuerza si un músico apoya demasiado abiertamente a un partido. Lo que uno vota y lo que uno produce como artista son cosas separadas. La política del rock pasa más por lo artístico, por la propuesta propia de cada letra y de cada canción, es un mundo en sí mismo. El descreimiento por la política sigue en pie, pero la esperanza nunca muere. Veo cambios bastante grandes, aunque la gente ya estaba cansada de muchas cosas. Me molesta un poco el hastío cómodo “4×4”, la hipocresía de cagarse en los demás, aunque hay que respetar las opiniones y los reclamos vengan de donde vengan.
Malena D´Alessio Actitud María Marta
Uno de los grandes triunfos de la cultura neoliberal fue divorciar a los jóvenes de la política como un mal de época. Por eso, cuando desde un escenario se le dice a la gente que la política es una mierda y se contribuye con ese tan impulsado divorcio, lo que se nos está diciendo es: “No te metas, pibe, no estorbes”. O sea: “Sometete”. Por eso, el hecho de promover valores contrarios a esta cultura mercantilista y no tener miedo a apoyar proyectos políticos concretos es una manera de oponerse y romper con esta lógica. Sostener que la falta de compromiso político se debe al desprestigio que dejó toda una generación de políticos corruptos es muy poco creíble y suena a excusa barata. Ser chorro y corrupto es un atributo de las personas y no de la política.
Por Juan Ignacio Provéndola
Fuente: Página 12
Más información: www.pagina12.com.ar
JUAN JOSE CAMPANELLA HABLA DE SU NUEVO FILM: ‘MEZCLÉ TODOS LOS INGREDIENTES’. SE ANIMÓ AL CINE POLICIAL.
EL DIRECTOR ACABA DE TERMINAR EL RODAJE DE LA PELÍCULA QUE SUCEDERÁ A «LUNA DE AVELLANEDA». AUNQUE RECONOCE QUE EL “CINE DE GÉNERO” NO ES LO SUYO, DICE QUE INCURSIONÓ EN EL POLICIAL PORQUE ENCONTRÓ “UNA HISTORIA FUERA DE LO COMÚN PROTAGONIZADA POR GENTE COTIDIANA”.
Juan José Campanella admite que el cine de género no es su métier. Que a la hora de elegir contar una historia, el cine negro, el western o la ciencia ficción no lo seducen porque su matriz, dice, “rara vez me habla a mí y a mi experiencia de vida”. Sin embargo, el cineasta, guionista y productor de cine y TV eligió una película de género para volver a la pantalla grande tras cinco años, luego de la “trilogía orgánica” formada por El mismo amor, la misma lluvia, El hijo de la novia y Luna de Avellaneda.
Como una manera de acentuar la ruptura con lo anterior, tal vez. En La pregunta de sus ojos, basada en la novela homónima de Eduardo Sacheri, Campanella se anima al policial, pero no para respetarlo taxativamente sino como punto de partida para contar una historia ligada a la materia prima con la que elige trabajar y conoce como pocos: los seres humanos y sus relaciones cotidianas. “Las películas del cine negro o el western me parecen frías. El libro de Sacheri (y esperemos que la película también) sortea esta limitación, partiendo del género, pero agrandándose con una historia fuerte de seres humanos cotidianos. También tiene el tema de las decisiones de vida y sus repercusiones a lo largo de los años. Ese tema me obsesiona. Y encima de todo, es divertidísimo y atrapante”, reconoce el director en la entrevista con Página/12.
Sin abandonar la concepción que tiene sobre el cine (reforzada en cada uno de sus proyectos), como medio para que una historia o cuento logre acariciar el alma de los espectadores, Campanella acaba de finalizar el rodaje de La pregunta de sus ojos, la película que protagonizan Ricardo Darín y Soledad Villamil, y en la que tiene una participación especial Guillermo Francella. El film se centra en Benjamín Chaparro, prosecretario de un juzgado de instrucción que, al momento de jubilarse, decide ocupar su tiempo escribiendo una novela basada en el caso de un asesinato y la consiguiente investigación para dar con el culpable, que alguna vez pasó por sus manos. La historia, escrita teniendo en mente a una compañera de trabajo de la cual estuvo enamorado en secreto durante años, muestra como contexto la convulsionada Argentina de la década del ’60 y ’70, abriéndose a diferentes dilemas morales en torno de la justicia y el castigo, el proceso de escritura y el amor insinuado.
“Decidí llevar al cine La pregunta de sus ojos porque me gustó muchísimo que tuviera una historia fuera de lo común, pero protagonizada por gente cotidiana, en la que uno podía descubrirse –relata el director–. No sólo en su trabajo y su manera de ser, sino en las reacciones a ese evento extraordinario. Me cautivó poder mezclar todos los ingredientes que a mí me gustan, comedia, drama y humanismo, con una historia de género. A mí no me gusta el cine de género puro y duro. Excepto las obras que lo trascienden, como The Searchers, High Noon o Double Indemnity”, subraya, como una declaración de principios que lo describe de pies a cabeza.
A una semana de haber finalizado el rodaje, Campanella confiesa que aún su cuerpo fluctúa entre dos sensaciones bien distintas: el alivio y el cansancio. “Alivio –explica– porque salió todo bien. Capeamos la lluvia, el sol que baja, el sol que sale, locaciones difíciles, escenas con masas, situaciones de complejo contenido dramático, una nueva tecnología (la cámara RED), la crisis global de financiamiento, y varias cosas más, con éxito. Cansancio porque hicimos todo en siete semanas.”
– O sea que, en su caso, el rodaje no es la etapa que más disfruta del proceso de construcción de una película.
– Es la etapa más cansadora. Creo que todo director va a decir lo mismo. En el rodaje casi todas las sorpresas son malas. Las únicas buenas las pueden dar los actores, ofreciendo una actuación mejor aún de la que uno imaginaba. Como es la primera vez que trabajo con Francella, me sorprendía diariamente. Es impresionante su timming, su manejo de los tiempos dramáticos. La parte que más disfruto es la que empiezo ahora: el montaje.
– ¿Decidió hacer un traslado fiel a la obra literaria o se permitió de algunas licencias?
– La película tiene muchos cambios con respecto a la novela, aunque mantiene su historia original. Diría que un 60 por ciento de las escenas de la película no están en la novela, pero paradójicamente se reconoce en ella.
– ¿Le resultó sencilla la transposición al medio cinematográfico, acostumbrado a trabajar con guiones originales?
– Sí, fue relativamente sencillo.
El “relativamente” se refiere a lo que es empezar un guión de cero, sin ningún punto de partida. Acá partimos de una historia fortísima que ya estaba armada. Además, trabajamos junto con Sacheri, que se prendió en esto de hacer “otra versión” de la novela, como si fuera jugar con ella. No sé si al principio le costó, pero luego entró con todo en ese juego y él mismo proponía muchos de los cambios.
– Con El mismo amor…, El hijo de la novia y Luna de Avellaneda abordó la complejidad de las relaciones humanas a través de historias dramáticas, con marcado arraigo en lo barrial y cotidiano. ¿La pregunta de sus ojos sigue esa línea sensorial?
– Creo que sí. Acá el “barrio” es el Palacio de Tribunales y la gente que vive dentro de él. Pero la película, si bien se desarrolla a partir de un crimen, tiene todos esos elementos sin los cuales no me interesaría filmar una historia. No sé cómo quedará cuando esté montada, pero podría decir que tiene las escenas más negras y las más cómicas de todas mis películas.
– ¿Y eso obedece a que buscó deliberadamente cambiar de registro o fue la historia la que lo atrapó para que filmara esta película y no otra?
– Siempre dije que las tres películas anteriores eran una especie de trilogía, que se fue dando orgánicamente a medida que la iba haciendo. No tendría problema en tocar la misma música, si encontrara una canción que me gustara. Probablemente, mi próxima película sea así. Pero no me interesa hacer algo distinto por el simple hecho de hacer algo distinto. A veces, uno, para satisfacer la necesidad del crítico, termina traicionándose. No quise hacer eso. Pero estuve largo tiempo sin encontrar una historia que me apasionara lo suficiente como para dedicarle dos o tres años de vida. Por eso hace cinco que no filmo.
– A lo largo de su filmografía, Ricardo Darín estuvo presente en todas sus películas. ¿Por qué reincide? ¿Qué lo atrae de él como actor?
– Me gusta como actor y está perfecto para el papel. Además, nos llevamos bárbaro y me ayuda muchísimo a mantener buen clima en el set. Tiene un poder cautivante por sobre la cámara y la audiencia, y se despega de la pantalla. Tiene mi misma edad y, por lo tanto, vivencias similares. Y que esté Soledad Villamil no es un guiño a El mismo amor…: Soledad es la actriz ideal para este papel. Los personajes son totalmente distintos.
– ¿Cómo ve al cine nacional en términos de producción?
– Pésimo. El peor momento, a punto de morir. Si no se hace algo rápido, realmente, le queda poco tiempo de vida. Es vergonzoso que el cine haya perdido toda independencia soberana y no se pueda hacer cine sin recurrir a capitales de afuera, ya sea de prod |