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Editorial
“Motín a bordo, motín a bordo” grita desesperado Jerry Yang, corriendo desorientado y sin rumbo.
Es que frente al CEO de Yahoo! reaparece el fantasma de Microsoft con su sentencia de compra en la mano, ahora con un poderoso aliado a su diestra: el inversionista Carl Icahn, quien -como militar sudamericano setentista- junta fuerzas para el derrocamiento de Yang a la cabeza de la empresa para poder negociar una rendición honrosa ante los sabuesos legales del Gigante de Redmond y realizar una entrega pacífica de la compañía antes de que Microsoft se enoje, rompa la bandera blanca y apunte con todos sus cañones hacia los activos de Yahoo! y su reputación de años.
El disidente Icahn prepara el coup d’État para la reunión de accionistas de Yahoo!, a realizarse el primero de agosto de 2008, trabajando para atraer a su causa a la mayor cantidad de directores de la Junta de Administración, asegurándose de que la batuta en las próximas conversaciones de venta con Microsoft esté bien aferrada por su mano.
En la compañía ya se percibe el silencio que precede a la tormenta e Icahn, con el cuchillo entre los dientes, ya no puede resistir la tentación de ladrar “al abordaje mis valientes”, mientras el inconsolable Yang está tratando -con dispar éxito- de que la tropa no se pase al otro bando (o abandone el barco) y firmando alianzas con Google sin comprender aún que esos convenios simplemente cambian la agresividad de Microsoft para quedarse con Yahoo! por la aparente bondad del Googlobo con piel de cordero que también aspira, finalmente, a quedarse con los doblones que Jerry Yang y David Filo vienen acuñando desde 1994.
José Chama
Executive Editor
ebizLatam.com
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