Distinguidos Miembros del Presidium, Queridos Socios e Integrantes del Consejo Directivo de nuestra Asociación, Representantes de los Medios de Comunicación, Señoras y Señores Empresarios que nos acompañan, Amigas y Amigos:
Hace unos años, mientras llevaba a mi hija que cursaba sexto grado de primaria a la escuela, de pronto me dijo sin mediar advertencia alguna: “Papá, dice mi maestra que en México ¡no se crea tecnología!”. Por poco me da un ataque. Todos los años en los que había visto crecer y desarrollarse nuestra industria, pasaron frente a mí en un segundo. Rápidamente empecé a preparar mis argumentos y cuando estaba listo para soltar la primera andanada, llegamos a la puerta de su escuela. Se bajó del auto, volteó, me mandó un beso y se fue tan campante. Yo me quedé de una pieza, pero meditando en lo que me había dicho.
Después de un rato caí en cuenta que tenía razón: En México, en general, no se crea tecnología. Sin duda Guillermo González Camarena no estaría de acuerdo con esta aseveración.
El mexicano es uno de los pueblos más creativos del mundo, lo que combinado con el gran número de tratados comerciales, nuestra privilegiada posición geográfica, la solidez de nuestra macroeconomía, y la calidez de nuestra gente, podrían convertirnos en el principal desarrollador de tecnologías de información en el mundo. Sin embargo estamos llegando tarde y avanzamos muy despacio.
Países como Irlanda, Korea, India, España, Costa Rica o Chile han iniciado verdaderas cruzadas nacionales, para hacer de las TI la punta de lanza de sus Economías y están teniendo gran éxito.
¿Qué han hecho estas economías que nosotros no hemos hecho aún?
Antes que nada se han puesto de acuerdo, dejando de lado sus diferencias y enfocándose en sus convergencias. Nosotros seguimos tratando de ponernos de acuerdo entre nosotros mismos, lo que contrasta con nuestra facilidad para ponernos de acuerdo con el resto del mundo.
Después, han tomado la iniciativa y han corrido riesgos. Claro que se han equivocado, pero también, sin duda, han acertado, y hoy tienen una ventaja que a nosotros nos va a costar mucho trabajo alcanzar y superar. Sobre todo si seguimos esperando a que suceda no sé qué, y nos olvidamos de aquella expresión popular que nos recuerda que el que hace algo puede equivocarse, pero el que no hace nada ya está equivocado.
Hoy las Tecnologías de Información son el más claro habilitador de la competitividad de los países. Las posiciones que ganan en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, las economías emergentes que le han apostado a las TI como clave de su desarrollo económico, son prueba fehaciente.
También lo son, los incrementos del veinte por ciento en Productividad que han alcanzado, tanto en México como en el Mundo, las empresas que han invertido en mejorar sus procesos de operación y de negocios, cuando los han soportado en las tecnologías de información alineadas con estos nuevos procesos. Con evidencias como estas, me sigue sorprendiendo la cantidad de directivos y empresarios que no se acercan a las Tecnologías de Información porque no las entienden y no las entienden porque no se acercan. Sin duda no es el caso de ustedes aquí presentes.
La generación de más empleos mejor pagados tanto en nuestra industria como en el resto de la economía, completa el círculo de la generación de riqueza que la industria del conocimiento puede aportar a nuestro país. Esta riqueza beneficia a las empresas de todos los sectores en mayor o menor proporción.
La oportunidad es prácticamente inagotable ya que todos los días constatamos que el desarrollo tecnológico no conoce límites. Casi todo lo imaginado en las novelas de Julio Verne, Viaje a las Estrellas o el Súper Agente 86, es parte de nuestra realidad cotidiana desde hace tiempo. Lo que los autores de hoy pueden concebir en sus mentes será de uso diario en el futuro. Lo más importante es que alguien tiene que hacerlo realidad. Quienes creen estas nuevas tecnologías cobrarán por ellas veinticuatro horas siete días de la semana y quienes las usemos, pagaremos por ellas de la misma manera.
Mientras unas culturas crean el futuro y otras se suben a estas megatendencias, México, insisto, llega tarde y avanza despacio. Hemos visto grandes oportunidades llegar e irse y no hemos tomado el lugar que nos corresponde.
Es necesario que veamos el futuro como algo que está en nuestras manos construir, algo que sólo depende de nosotros mismos. También necesitamos ponernos de acuerdo en lo que haremos para alcanzar ese futuro. Los mexicanos de hoy tenemos la gran responsabilidad de aprovechar la enorme oportunidad de generar conocimiento, riqueza y empleos en beneficio de nosotros mismos, de nuestras familias y de todos los mexicanos.
Hoy estamos aquí reunidos para escuchar lo que otros han hecho, para compartir nuestras experiencias y para meditar lo que debemos hacer en nuestras empresas y organizaciones. La construcción de nuestro futuro comienza hoy y quienes estamos aquí reunidos hemos respondido ante el reto y la oportunidad de incidir en cómo será ese futuro. Así podremos dejarles a nuestros hijos un País mejor del que nos encontramos cuando llegamos aquí, y mi hija podrá decir que en México sí se crea y se usa la mejor tecnología para hacer de éste un País más Competitivo.
Es para mí un honor a nombre del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información darles la más cordial bienvenida a este nuestro Cuarto Congreso Internacional AMITI 2007 – México Reinventado.
Muchas gracias.

Por supuesto que no hay desarrollo en México, no existe la innovación. Sería fácil si se multiplicara el desarrollo con el software libre y se contratase a desarrolladores mexicanos, el 100% de los recursos se quedarían aquí. Pero eso es sólo un sueño.
Me gustaMe gusta