12,280 Octavio Islas, El Universal, Tech Bit, Proyecto Internet, 20 enero 2015, Agresión a nuestra cibesoberanía (una más…)

Agresión a nuestra cibesoberanía (una más…)
Octavio Islas.

A partir de los lamentables acontecimientos registrados el 11 de septiembre de 2001 en la ciudad de Nueva York, los presidentes de Estados Unidos, George Bush Jr y Barack Obama –uno republicano, otro demócrata- han pretendido justificar la multiplicación de medidas de excepción del gobierno estadounidense en el marco de una supuesta “guerra global” contra el terrorismo, la cual se prolonga a nuestros días.

En el libro Un mundo vigilado (2007), Armand Mattelart, reconocido investigador belga, anticipó los excesos que se desprenderían de la “religión de la seguridad nacional” que profesa el gobierno estadounidense, en su cruzada contra el mal y los “enemigos globales” de la Unión Americana.

Julian Assange, fundador de WikiLeaks y del movimiento cypherpunk, en el libro Cypherpunks. La libertad y el futuro de Internet (2012), profundizó en la preocupante militarización del ciberespacio, denunciando las implicaciones geopolíticas de las prácticas de vigilancia y espionaje del gobierno de Estados Unidos, empeñado en controlar las comunicaciones de miles de millones de personas en el mundo.

La infraestructura de Internet –advierte Assange- dirige todo su tráfico desde y hacia América Latina sobre líneas de fibra óptica que físicamente cruzan las fronteras de Estados Unidos. “El gobierno de ese país ha mostrado su falta de escrúpulos al romper sus propias leyes para intervenir esas líneas y espiar a ciudadanos extranjeros”.

La semana pasada, Dmitry Bestuzhev, director de Análisis e Investigación de Kaspersky Lab dio a conocer los alcances de una operación de espionaje global imputable a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA). Bestuzhev señaló que desde hace 19 años en 30 países –México, uno de ellos- han sido vendidas millones de computadoras en cuyos discos está instalado un software-espía militar.

Kaspersky aseguró que ha descubierto el programa malicioso en computadoras con discos duros de las marcas Western Digital Corp., Seagate Technology Plc., Toshiba Corp., IBM, Micron Technology Inc. y Samsung Electronics Co. Ltd.

Entre las víctimas del espionaje que práctica la NSA se encuentran gobiernos e instituciones diplomáticas, empresas de telecomunicaciones, agencias aeroespaciales, plantas de energía, plataformas de investigación nuclear y centros de investigación científica y tecnológica.

Si bien los principales países afectados son Irán, Rusia, Pakistán, Afganistán, China, Malí, Siria, Yemen y Argelia, nuestro país también puede ser considerado un blanco importante, pues es de las economías que más crecen en el mundo (en ello definitivamente está muy equivocado), y tiene información que puede ser clave para muchos países en temas de competencia y futuros proyectos de infraestructura. “El número de empresas o instituciones afectadas puede superar el millar en México y en todo el mundo, una cifra que delata objetivos de espionaje muy precisos”.

De ninguna manera sorprende el hecho de que desde 1996 el gobierno de Estados Unidos espíe a México a través de computadoras de las principales marcas, como reveló la compañía Kaspersky Lab. Definitivamente preocupa que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto haga muy poco para impedirlo. La vigilancia de una sociedad por un poder extranjero representa una amenaza a la soberanía del país vigilado.

En foros internacionales sobre gobernanza en Internet, México asume una posición comprometida en materia de modelo de múltiples partes interesadas, derechos humanos, seguridad, estabilidad, responsabilidad de intermediarios, y neutralidad de la red y brecha digital. Sin embargo, en un aspecto esencial –seguridad y soberanía- hemos exhibido una alarmante pasividad ante las prácticas de vigilancia total realizadas por el gobierno de Estados Unidos.

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