11,970 Jorge Fernando Negrete, Siempre se puede estar peor: México en último lugar en suscriptores únicos

Jorge Fernando Negrete P.

Director General de Mediatelecom Policy & Law

  • México se ubica en último lugar de América Latina en suscriptores móviles únicos por debajo de Haití
  • La teledensidad es insuficiente y se olvidan a los usuarios más desfavorecidos
  • Se privilegian negocios premium en mercados rentables y no la cobertura en zonas marginadas y rurales

El 13 de junio de 2014 el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dio a conocer la “evolución” de los servicios de telecomunicaciones en el primer trimestre de 2014. En el comunicado de prensa explicó que han ocurrido cambios en las preferencias de los usuarios y que los principales indicadores del índice de Volumen de la Producción del sector Telecomunicaciones (ITEL, creado en 2003) han venido a la baja.

Así, el recién creado organismo regulador anunció el inicio de los trabajos “encaminados a definir una metodología que describa la evolución y el desempeño de los sectores de las telecomunicaciones y la radiodifusión”. Por lo tanto, decidió suspender la publicación trimestral del ITEL en tanto aplica la nueva metodología.

El anuncio del IFT se deriva de su carácter de organismo autónomo y de sus nuevas atribuciones constitucionales, encargado de regular los servicios públicos de interés general y el desarrollo eficiente de la radiodifusión y las telecomunicaciones.

Sin embargo, el anuncio es tan importante y oportuno como preocupante. Se produce exactamente un año después de que se promulgara y publicara (10 y 11 de junio de 2013, respectivamente) la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, radiodifusión y competencia económica.

Lo que pudo constituir una primera medición y aproximación para conocer el desempeño del sector tras la aprobación de la reforma, exhibió uno de los crecimientos más pobres de los últimos años, de sólo 3.03 por ciento en la base de suscriptores móviles, para quedar en 105 millones de celulares, una penetración de 87 por ciento. También mostraron su peor desempeño histórico los minutos de tráfico móvil y el envío de mensajes breves (SMS).

Sin duda, los hábitos de los usuarios han cambiado y conviene que el IFT diseñe una nueva metodología que permita registrar la evolución de los servicios y de los hábitos de consumo de los usuarios. Sin embargo, es indudable que la reforma constitucional, a diferencia del discurso oficial y de las expectativas creadas, no ha logrado impulsar el desarrollo del sector sino que se encuentra en su momento de mayor estancamiento y parálisis, provocado por la falta de inversiones, la incertidumbre jurídica y la regulación exorbitante.

Al mismo tiempo, la decisión de ya no publicar los resultados del ITEL (que incluye, entre otros, el crecimiento del sector de telecomunicaciones, de éste en comparación con el PIB nacional y de los montos de inversión) constituye un ocultamiento de información, en uno de los momentos de mayor cuestionamiento a la iniciativa de Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión que se discute en el Senado de la República, que habrá de regular el sector los próximos años y que incluye artículos que se oponen al sentido de la Carta Magna.

Indicadores variables: SIMs, suscriptores únicos, usuarios

Ya se ha mostrado que México presenta una de las teledensidades móviles más bajas de la región, sólo superado por naciones con un enorme atraso económico como Cuba y Haití. Sin embargo, la situación podría ser aún peor si tomamos en cuenta otros indicadores.

Saber que cierto país ha llegado a 100 por ciento de penetración de telefonía móvil es una noticia cada día más recurrente que celebran los países porque consideran que eso significa que cada uno de sus habitantes en su territorio cuenta con un teléfono celular, malinterpretando una cifra que no permite ver el verdadero nivel de conectividad de una sociedad.

En cambio, estudios de la asociación de operadores móviles GSMA muestran que la verdadera penetración de móviles tiende a ser comúnmente inferior a la que exhiben las estadísticas oficiales, de aproximadamente la mitad de la contabilizada por los reguladores.

La unidad de investigación GSMA Intelligence advierte la necesidad de distinguir entre SIMs conectadas a la red y suscriptores móviles únicos. La primera se refiere a la tarjeta SIM utilizada para identificar los dispositivos que utilizan la red móvil, mientras que la segunda es una métrica más cercana al número real de individuos suscritos y que pueden llegar a tener más de una SIM.

Los usuarios móviles, en cambio, son todos aquellos que están al alcance de una red celular, que pueden utilizar un dispositivo para hacer llamadas, enviar mensajes o transferir datos, pero no necesariamente están suscritos al servicio celular. Un hogar o un locutorio público pueden tener muchos usuarios pero un solo abonado al servicio, el propietario de la SIM conectada.

Un individuo puede utilizar activamente dos o más conexiones SIM (la personal y la del trabajo, por ejemplo). Tradicionalmente, la industria ha medido ambas conexiones como dos teléfonos móviles pero en realidad se trata de un suscriptor único. “Los patrones de SIMs por usuario se ven especialmente influenciados por consumidores de bajo consumo y conscientes del costo, que tienden a acumular SIMs de prepago para aprovechar las tarifas más asequibles”.

La GSMA explica que “la propiedad de múltiples conexiones ha distorsionado las cifras de penetración del mercado móvil durante muchos años, ya que lo normal para medir la penetración ha sido dividir el número de tarjetas SIM registradas por la población del país”. Lo anterior significa que para tener cifras más precisas y reales es necesario medir el número de suscriptores únicos para tener una mejor evaluación de un determinado mercado, en este caso, los servicios móviles.

Por ejemplo, China alcanzó 1.25 mil millones de conexiones al cierre de 2013, con la expectativa de que el número de conexiones supere a la población de 1.39 mil millones en 2014. Sin embargo, ello no significa que todos los ciudadanos chinos tengan una suscripción a un servicio móvil. La información revela que cada habitante chino tiene en promedio 1.79 SIMs, lo que reduce en términos reales la penetración del servicio a menos de la mitad, es decir, 630 millones de suscriptores móviles únicos. Estas cifras varían si los suscriptores se encuentran en zonas rurales (1.18 SIMs en promedio) o urbanas (2.03 SIMs en promedio), donde se localizan 70 por ciento de todas las conexiones móviles.

Lo anterior también ocurre en América Latina, donde la verdadera penetración del servicio se reduce a la mitad cuando se muestra el número de suscriptores únicos y de SIMs conectadas a la red, como se muestra en las siguientes tres gráficas.


Fuente: elaboración propia con base en datos de GSMA Intelligence, junio de 2013.

Situación de México

Para el caso de México, el país se encuentra en penúltima posición regional en términos de SIMs conectadas (83%, junuo de 2013), pero por número suscriptores únicos se ubica en último lugar (39%). El grado de desigualdad en términos de conectividad de tecnologías móviles indica que, en promedio, cada mexicano posee 2.12 SIMs, la cifra más elevada en América Latina.

Lo anterior significa que la penetración de 87 teléfonos móviles (equivalente a SIMs conectadas) que informó recientemente el IFT no sólo es una de las más bajas de la región sino que además es engañosa y exhibe una enorme brecha digital y desigualdad social y económica porque habla de millones de mexicanos con más de una SIM pero también de millones de mexicanos sin acceso a la tecnología y a los servicios de telecomunicaciones. Según estas cifras, la verdadera penetración móvil en México sería de 39 por ciento, medida en términos de suscriptores únicos. Paradójicamente, mientras México tiene uno de los ingresos per cápita más altos de la región, tiene una de las penetraciones de abonados móviles más bajas.

En este contexto se inscribe la incursión de operadores móviles virtuales (MVNOs, por sus siglas en inglés) en México. Empresas de telefonía y banda ancha móvil que no contribuyen con la ampliación de redes pero sí operan en mercados rentables con servicios diferenciados y de valor agregado. Es posible que los MVNOs lleguen a México a incrementar la penetración de SIMs, pero no así suscriptores únicos, ni a atender las necesidades de cobertura universal.

Si a ello sumamos la ausencia de una regulación realmente convergente, que empodere a los usuarios para que ellos decidan –y no las leyes– a través de qué red, plataforma y operador acceder a cuáles servicios, la situación del sector y de la conectividad del país se torna aún más preocupante.

Como se recordará, la Estrategia Digital Nacional de la Presidencia de la República busca alcanzar y superar a Chile como el país más conectado y digitalizado de América Latina.

Aunque en las gráficas mostradas Chile es el país con la mayor penetración móvil de la región con 142 dispositivos por cada 100 habitantes (junio de 2013), la métrica real es que sólo 67 por ciento de la población es suscriptora del servicio de telefonía móvil.

La definición de un abonado móvil único no se limita al número de personas que poseen un teléfono móvil, sino más bien el número de personas que se ha suscrito a un servicio de tarifa móvil a través de una tarjeta SIM. Lo anterior se debe al fenómeno de “compartición de dispositivos móviles”, por el cual los individuos no necesariamente tienen que tener un teléfono móvil para convertirse en un suscriptor móvil, pues pueden compartir la línea. Asimismo, el total de conexiones móviles también abarca tabletas conectadas, dongles y enrutadores.

Finalmente, La GSMA explica que los usuarios de los mercados emergentes como México y el resto de América Latina tienden a poseer más tarjetas SIM que teléfonos. Por el contrario, se ha encontrado que en países desarrollados se tiende más a la relación 1:1 entre la propiedad de los teléfonos y la propiedad de la SIM.

En la nueva metodología que diseñe el IFT sería oportuno que tomara en cuenta nuevos indicadores, servicios, hábitos y comportamientos de los usuarios, de tal manera que los resultados constituyan una radiografía fiel de los sectores de la radiodifusión y las telecomunicaciones en México. Ese diagnóstico certero del regulador autónomo permitirá focalizar de mejor manera la regulación, con base en criterios de mercado y de consumo de los abonados y los usuarios.

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