11,139 Octavio Islas, El Universal, Tech Bit, Proyecto Internet, Assange Snowden e Internet, 24 de junio de 2013

El miércoles 19 de junio, Julian Paul Assange, fundador, editor y principal vocero del sitio web WikiLeaks cumplió un año refugiado en la embajada de Ecuador en el Reino Unido, ubicada en la calle de Hans Crescent, en Londres. La justicia sueca pretende fincarle responsabilidades debido a supuestas agresiones sexuales en perjuicio de Anna Ardin y Sofia Wilen, quienes en Suecia se desempañaban como voluntarias en WikiLeaks.

En junio de 2012 la Suprema Corte del Reino Unido resolvió que Assange tendría que ser extraditado a Suecia para enfrentar tales denuncias. Assange ha calificado el hecho como un montaje, y señala que las autoridades suecas en realidad desean entregarlo al gobierno de Estados Unidos.

Assange asegura que el gobierno estadounidense le fincaría responsabilidades por haber difundido miles de documentos secretos del Departamento de Estado con información sobre las guerras contra Iraq y Afganistán (391,832 documentos confidenciales acerca de la guerra de Iraq y más de 90,000 documentos relativos a la guerra en Afganistán).

Para su eventual extradición a la Unión Americana, Assange señala que el gobierno estadounidense cuenta con el apoyo de la embajada de Australia en Washington, y afirma que está en marcha una investigación en su contra, a cargo de Neil McBride, fiscal en Virginia, entidad en la cual se llevan a cabo todos los procesos judiciales en materia de seguridad nacional en la Unión Americana.

El gobierno de Estados Unidos efectivamente ha exhibido particular interés por silenciar a Julian Assange y a WikiLeaks. A finales de 2010 orquestó una serie de medidas destinadas a sofocar los canales financieros y las plataformas que dan servicio a WikiLeaks.

A pesar de las presiones y la extenuante persecución financiera, WikiLeaks ha publicado –como atinadamente destaca Assange- más documentos clasificados que todos los medios informativos en la historia: “Eso no lo digo para demostrar nuestro éxito, más bien, muestra el alarmante estado del resto de los medios de comunicación. Cómo es que un equipo de cinco personas ha llegado a mostrarle al público la información más reprimida, a ese nivel, que el resto de la prensa mundial junta? Es vergonzoso”.

Assange atinadamente ha denunciado la existencia de determinados intereses dispuestos a impedir la gestación de un nuevo orden informativo a partir de Internet: “Nuestras sociedades están tan íntimamente fusionadas por Internet, que se ha convertido en un sistema nervioso de nuestra civilización, que atraviesa desde las corporaciones hasta los gobiernos, desde las parejas hasta los periodistas y los activistas. De modo que una enfermedad que ataca este sistema nervioso afecta a la civilización en tanto tal. En este sistema nervioso hay vastos aparatos del Estado, principalmente, pero no únicamente de Estados Unidos, que operan para acaparar todo este conocimiento que Internet suministra sobre la población”.

Edward Snowden, ex funcionario de la CIA y analista de la empresa privada de consultoría de inteligencia Booz Allen Hamilton, ha confirmado la tesis relativa a la “arquitectura de la opresión”, al proporcionar pruebas fehacientes de que el gobierno de Estados Unidos, a través de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), puso en marcha un amplio programa de vigilancia y espionaje mundial, completamente al margen de sus atribuciones constitucionales.

Por ejemplo, un documento revelado por Snowden contenía una presentación de diapositivas que revelaba la existencia del programa “PRISM”, el cual autoriza a la NSA para tener acceso no autorizado a todos los datos privados almacenados en los servidores de grandes empresas de Internet, como Microsoft, AOL, Skype, Google, Apple y Facebook.

Assange lo había anticipado con notable claridad: “No cabe duda que Internet ha dado poder a gente que no lo tenía al posibilitar el acceso de todo tipo de información a escala global. Pero al mismo tiempo hay un contrapeso de esto, un poder que lo utiliza para acumular información sobre todos nosotros y usarla en beneficio de los gobiernos y las grandes corporaciones. Hoy no se sabe cuál de estas dos fuerzas va a imponerse”.

El incierto futuro de Internet se encuentra estrechamente asociado con el incierto futuro de Assange y Snowden

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