Indefinición en materia de Telecos
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A pesar de la importancia del sector de las telecomunicaciones en la economía nacional, el gobierno del presidente Felipe Calderón, como atinadamente señala Jorge Fernando Negrete, destacado especialista en telecomunicaciones: «no tuvo una política pública, su liderazgo fue nulo, sus colaboradores los equivocados, sus metas fueron mediocres y, por si fuera poco, no cumplió con sus escasos objetivos».
Las metas que se plantearon al inicio de la presente administración fueron insuficientes y, no obstante -subraya el referido especialista-, algunas no se alcanzaron. Para colmo, los limitados resultados alcanzados en el sector de las telecomunicaciones, admiten ser considerados como decepcionantes al advertir los niveles de penetración alcanzados en servicios similares otros países de América Latina.
Si bien la inercia del mercado superó las expectativas del gobierno, México se mantuvo alejado del desempeño registrado en los servicios de telecomunicaciones en otras economías.
El país, destaca Jorge Fernando Negrete, «no lidera ningún servicio de telecomunicaciones en la región, siendo superado por diversas naciones que sí tienen política pública y han alcanzado niveles de penetración superiores a los nuestros».
Las escasas credenciales de los funcionarios responsables de conducir el sector permitían anticipar pobres resultados. Para colmo, los relevos de funcionarios marcados por la ineficiencia y el escándalo fueron constantes. Incluso, en algunos casos, como en el Sistema Nacional e-México, se aplicó la conocida fórmula del «borrón y cuenta nueva».
Luis Téllez, primer titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), decidió desaparecer dicho programa tras la desafortunada gestión del señor Alejandro Hernández Pulido, transformándolo en la Coordinación General de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Todo ello para disimular dispendios y el rotundo fracaso.
Si bien, al inicio de su gobierno, el presidente Calderón había prometido estimular la apertura de nuevas cadenas televisivas, su sexenio concluirá sin haber licitado nuevas frecuencias de televisión abierta y sin abrir la competencia en ese mercado.
No pocas decisiones en materia de telecomunicaciones resultaron favorables a Televisa, que al concluir el mandato de Calderón se afirma victoriosa.
En cambio MVS, admite ser considerada como el gran perdedor del sexenio, pues no le fueron refrendadas las concesiones vencidas, el gobierno del presidente Felipe Calderón decidió impulsar, al cuarto para las doce, el procedimiento de rescate de las concesiones vigentes en la banda de 2.5 GHz.
No pocos ciudadanos perciben el procedimiento de rescate de las concesiones vigentes en la banda de 2.5 GHz como una expresión de castigo presidencial, como un auténtico atentado a la libertad de expresión.
En tiempos de la llamada «presidencia imperial» (Krauze), no pocos presidentes intentaron ofrecer todo tipo de argumentos para intentar conferirle sustento legal o técnico a maniobras destinadas al castigo de medios de comunicación o periodistas independientes que les resultaran incómodos.
Las primeras líneas del apartado en el Sexto Informe a la Nación, dedicado a este tema, sin duda alguna merecen ser consideradas como memorables, al destacar que cada una de las acciones emprendidas: «se ha realizado con estricto apego a la ley, anteponiendo el interés nacional a los intereses particulares.
Nuestras decisiones se han basado siempre en criterios técnicos, no políticos. El objetivo es fortalecer las telecomunicaciones como pieza clave de una economía moderna y competitiva. Queremos que todos los actores relevantes compitan en todos los mercados de telecomunicaciones, con equidad y con beneficios claros para los consumidores».
