Enseñanzas de una «resaca» de polarización social
Marco Lara Klahr
TEGUCIGALPA.― Polarizar mina la convivencia democrática. Es obvio. Y, sin embargo, en escenarios como el electoral o el de la crisis de seguridad que estamos viviendo en México, insistimos en hacerlo, omitiendo nuestra responsabilidad sobre lo que nos costará resarcir el daño social, en el hipotético caso de que alguna vez lo intentemos.
Sometidos a los liderazgos populistas que predominan en el horizonte, hoy llegamos a proponer o aceptar la eliminación de quienes lo mismo disienten políticamente, que de aquellos señalados de transgredir la ley. Mañana esto nos precipitará a un encono paralizante ―ahora mismo a muchos nos produce frustración y vergüenza.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, realizó el sábado [junio 15, 2012] en esta ciudad el Foro «El rol de los medios de comunicación en la formación de la ciudadanía», al que concurrieron 60 periodistas, hecho insólito en un espacio concebido para reflexionar sobre las secuelas que dejó el golpe de Estado de junio de 2009, así como el papel pernicioso que jugaron medios y periodistas en esos momentos dramáticos para la democracia, y los desafíos ante el proceso de reconciliación nacional.
