Slim TV
Octavio Islas
La semana pasada, de acuerdo con una nota escrita por Brian Stelter, periodista del The New York Times, se dio a conocer que Carlos Slim será el primer gran inversionista de Ora TV, un nuevo canal de televisión por Internet.
Carlos Slim cuenta con 72 años de edad y su fortuna fue estimada por la revista Forbes en 69,000 millones de dólares. A comienzos del mes de marzo del año en curso, la referida revista distinguió a Carlos Slim como el hombre más rico del mundo.
El año pasado Forbes estimó la fortuna de Slim en 74,000 millones de dólares. A pesar de la sensible disminución que registró la fortuna de Carlos Slim (5 mil millones de dólares), reducción que se debe a las pérdidas que ha resentido el valor bursátil de América Móvil, la revista Forbes ratificó por tercer año consecutivo a Carlos Slim como el hombre más rico del mundo.
Ora TV será dirigido por Jon Housman, quien se desempeñó como presidente de la unidad de periodismo digital de News Corporation, propiedad de otro célebre multimillonario: Rupert Murdoch.
La nota de Stelter destaca además la reaparición de Larry King, quien admite ser considerado como uno de los entrevistadores más emblemáticos de la televisión estadounidense. En diciembre de 2010, después de 25 años, fue transmitido el último programa de Larry King Alive en la Cadena CNN, en el cual Barack Obama, presidente de Estados Unidos, dirigió un emotivo mensaje de despedida a Larry King.
Las operaciones de Ora TV darán inicio durante 2012. El canal de televisión por Internet tendrá su sede en Nueva York y será financiado por América Móvil, la mayor operadora de telefonía en América Latina.
Mientras algunos especialistas han extendido el acta de defunción a la televisión –el medio de comunicación emblemático de las sociedades de la “segunda ola” según el destacado futurólogo Alvin Toffler, Carlos Slim ha decidido apostar por la televisión “extendida”, la televisión a través de Internet.
De acuerdo con Toffler, en la tercera ola: “los medios de comunicación, lejos de extender su influencia, se ven de pronto obligados a compartila. Están siendo derrotados en muchos frentes a la vez por lo que yo llamo los medios de comunicación desmasificados”.
En 1992, George Gilder decretó el fin de la televisión en el libro Life after televisión, the coming transformation on media and the american life –en castellano: Vida después de la televisión, la próxima transformación de los medios y la vida americana.
Tres años después, en la primera edición del libro Being Digital –en castellano: Ser Digital, Nicholas Negroponte afirmó que la televisión del futuro “será la PC”. Para el principal promotor del proyecto One laptop per child (OLPC), la clave para el futuro de la televisión: “es dejar de pensar en la televisión como televisión. El mayor beneficio para la TV se logrará considerándola en términos de bits”.
Además de quienes han anticipado el inminente fin de la televisión, debemos tener presente algunos de los cuestionamientos y críticas de que ha sido objeto. En el libro Amusing ourselves to death: Public discourse in the age of show business (1986), Neil Postman expresó algunas de las más enérgicas y razonadas críticas que ha recibido la televisión en su historia.
En el libro Homo Videns, Giovanni Sartori instaló a la televisión en el debate relativo al desarrollo de la “poshumanidad”, al afirmar que: “el vídeo está transformando al homo sapiens, producto de la cultura escrita, en un homo videns para el cual la palabra está destronada por la imagen”.
Sin embargo, ni la muerte del broadcasting (Toffler y Toffler, 2006), la atomización de las audiencias y el “avance de una televisión reticular y colaborativa, marcada por las experiencias interactivas de los nuevos televidentes” (Scolari), bastan para afirmar que la televisión siquiera se encuentra moribunda.
Internet efectivamente observará un rol protagónico en la próximas transformaciones de la televisión. Ello perfectamente lo ha comprendido Carlos Slim, mejor que los grandes concesionarios de nuestras principales cadenas de televisión.
