
Las encuestas electorales, 5 cuestionamientos
Artículo de ROY CAMPOS publicado en EL ECONOMISTA
Anoté algunos de los cuestionamientos tradicionales y que resurgieron con cierta periodicidad y los puse con signos de interrogación para que quede claro que no es afirmación mía, sino cuestionamientos de otros:
1) ¿Las encuestas son parte de un proceso de engaño para inhibir a los electores que quieren el cambio?
2) ¿Las encuestas tienen como propósito inflar a un candidato para que éste logre popularidad? Falso. Las encuestas miden lo que ya existe, no lo que va a existir. Si un ciudadano es hoy popular, la encuesta lo reflejará; si no es popular, la encuesta no le dará esa popularidad.
3) ¿Las encuestas son sólo un negocio que consiste en decirles a quienes las contratan lo que quieren oír? O ¿las encuestas siempre favorecen a quien las paga?. Ésta es tal vez la más absurda de las cuestiones. Es la clásica forma de descalificar a las encuestas. Pero, ¿realmente alguien cree que las encuestas serían contratadas para generar números falsos?
4) ¿Las encuestas son un intento de adivinar el futuro? O ¿las encuestas son un pronóstico? Ya muchas veces he argumentado la imposibilidad de que una encuesta pronostique; a lo más, genera escenarios con ciertas probabilidades, pero nunca son total certeza de triunfos
5) ¿Las encuestas buscan que los electores indecisos voten por el candidato que va adelante? Éste sea tal vez el argumento que más me gusta, pero porque es motivo de mucha discusión. No existen pruebas concluyentes de que esto sea cierto, pero hay casos en los que se puede mostrar que las encuestas motivaron un “voto útil” por parte de un grupo de ciudadanos.
Documento en http://www.consulta.mx
