Posesión de armas: entre el derecho y el control
Luego del tiroteo en Tucson, Arizona el pasado 8 de enero –incidente que dejó 6 muertos y 14 heridos-, el tema de la posesión de armas se ha puesto de nueva cuenta en el debate en Estados Unidos. De acuerdo con encuestas de CBS News/The New York Times y del Pew Research Center, la posición en contra de la posesión de armas de fuego por civiles apenas se modificó luego de la masacre, en la que fue herida la congresista Gabrielle Giffords.
De 2010 a la fecha, creció en 6 puntos la opinión que considera que debe haber leyes más estrictas para el control de armas, mientras que disminuyó 3 puntos la postura que sostiene que las normas deben ser menos estrictas, según CBS News. Bajó también, en 4 puntos, quienes opinan que las leyes deben permanecer como están.

En Estados Unidos son cada vez más quienes se oponen a la prohibición de venta de armas de fuego de cualquier tipo. Las mediciones de CBS News muestran que de 1994 a 2011 ha aumentado en 15 puntos la postura en contra de la posible prohibición –aún con los múltiples episodios de tiroteos, algunos de ellos en escuelas-. En la gráfica se observa una tendencia a la alza, que tuvo un salto en 1999 al pasar del 53% al 63% en contra de la prohibición.

La sociedad estadounidense está familiarizada con el tema de la posesión de armas y distingue claramente la diferencia entre armas para la defensa personal y las de asalto, es decir, las diseñadas específicamente para el combate.
En este rubro, llama la atención que seis de cada diez estadounidenses se muestran a favor de una prohibición a nivel nacional para la adquisición de armas de asalto. De 2007 a 2011 se observa un crecimiento de 9 puntos en la posición a favor de la prohibición sólo para estas armas. Precisamente hace 4 años fue cuando las posturas a favor y en contra estuvieron más cerca, con una diferencia de 13 puntos, quedando en 41% los ciudadanos en contra de la restricción.

El debate para endurecer la compra de armas en Estados Unidos (así como la adquisición de revistas especializadas en armamento) atraviesa por dos ejes: el del derecho de los ciudadanos a poseer armas –en el principio del derecho a la propiedad privada, fundamental para el liberalismo-, y el control de la venta de estos artefactos para la protección de los ciudadanos –cuya seguridad tendría que estar garantizada por el Estado-.
De acuerdo con estudios del Pew Research Center, 2011 es la primera vez que son más los ciudadanos que creen que resulta más importante la protección al derecho de poseer armas que el control a la posesión de éstas, 49% frente a 46%.
Puede apreciarse la tendencia a la baja de la postura que otorga mayor importancia al control de las armas.

De acuerdo con el Pew Research Center, el aumento de quienes ven más importante el derecho de poseer armas puede deberse a que las masacres y tiroteos en Estados Unidos no son vistos por los ciudadanos como patrones que revelan problemas en la sociedad, sino como casos aislados de individuos “atormentados”.
En el caso del incidente en Arizona, la mayoría de la población, el 58%, considera que el ataque es un evento aislado, de un solo individuo y que no refleja crisis alguna. Frente a esta opinión mayoritaria, sólo el 31 piensa que el evento está implicado en problemas más amplios de la sociedad.
En comparación, la masacre del Virginia Tech, en abril del 2007 -cuando un estudiante mató a 32 personas-, es considerada como evento aislado por 47%, apenas un punto menos alcanza la posición que vio en aquel incidente algún problema mayor de la ciudadanía.

En México la situación es distinta. Para 2006 el 46% de la población estaba a favor de la posesión de armas en los domicilios; aunque en contra estaba el 43%. En 4 años se observa un descenso de 4 puntos en el acuerdo con tener armas en casa, mientras que las posturas en contra se mantuvieron casi igual.

Incluso, en el país disminuyó el número de ciudadanos que veían en la posesión de armas mejoras para la seguridad personal. Del 2002 al 2006 cayó 10 puntos esa posición.

La mitad de los encuestados en 2006 opinaba que se debería permitir tener en las casas armas de fuego, pero que la portación de éstas debería estar prohibida; esto frente a un 16% que creía que la posesión de armas de fuego no debería permitirse por razón alguna (nótese el descenso en esta postura del 34% al 16% en 4 años).
La gráfica muestra que un rubro creció 15 puntos en 4 años: el de los ciudadanos mexicanos que pensaban que las leyes deberían permitir, además de tenerlas en casa, portar armas.

Aún con estos resultados, seguía siendo muy alto el número de personas que en México se oponían a la portación de armas: el 70% contra el 23% a favor, cifras que apenas cambiaron en el lapso de tiempo comparado en la gráfica.

FUENTES:
PARAMETRÍA:Encuestas Nacionales en Vivienda.
CBS News/New York Times Poll.Poll: Americans Remain Split on Gun Control. http://www.cbsnews.com/8301-503544_162-20029126-503544.html?tag=cbsnewsLeadStoriesArea
Pew Research Center. No Shift Toward Gun Control After Tucson Shootings. http://pewresearch.org/pubs/1864/post-tucson-shooting-gun-control-opinion-broader-problems-isolated-event
