6356 México, Mediatelecom Consulting, 18 de enero de 2011

• La regulación de las telecomunicaciones en México no promueve desarrollo nacional, conservación de recursos productivos ni interés público

• En cuatro años y medio Telmex ha perdido tres millones de líneas fijas

• Sólo gobierno federal y un operador privado invierten en telefonía rural y brindan cobertura a más de 51 mil localidades

• Sólo México, Colombia y Uruguay han perdido suscriptores de telefonía fija; los demás crecen de forma dinámica

• El celular es un complemento, no un sustituto del teléfono fijo

• Usuarios prefieren contratar servicios de telecomunicaciones en paquete; son más baratos y hacen más eficiente la infraestructura

Además de la cultura nacional, el territorio y una lengua compartida, a los mexicanos nos aglutina el marco constitucional que nos hemos dado, mismo que debemos hacer valer. El artículo 25 de la Carta Magna, pocas veces recordado, sostiene que corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para que éste sea integral y sustentable. “Bajo criterios de equidad social y productividad se apoyará e impulsará a las empresas de los sectores social y privado de la economía, sujetándolos a las modalidades que dicte elinterés público y al uso, en beneficio general, de los recursos productivos, cuidando su conservación y el medio ambiente.”

Un año y diez meses estuvo Juan Francisco Molinar Horcasitas al frente de una de las carteras de mayor relevancia en el gobierno federal. Apenas ha dejado la oficina y el ex secretario ha sido objeto de una intensa crítica mediática. De su paso por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se ha dicho, entre otras cosas, que dejó “caos y desorden”. En contrapartida, y como era de esperarse, en el ahora titular Dionisio Pérez-Jácome Friscione se han cifrado las esperanzas de un sector de enorme relevancia económica y de gran importancia política. «México requiere que este sector responda a las necesidades de desarrollo, garantizando una mejor y mayor cobertura de los servicios, la convergencia de las tecnologías disponibles y la competencia equitativa entre los actores participantes en el sector», señaló el presidente de la República al darle posesión como titular de la SCT.

Ha principiado el quinto año de gobierno de la presente administración en un entorno donde la vorágine de la sucesión presidencial empieza a tomar ímpetu propio, las declaraciones de tipo electoral se ubican en los discursos, las acciones se interpretan en tal contexto, no necesariamente por formar parte de una estrategia, sino como la mejor respuesta a las que son pronunciadas coyunturalmente por los actores políticos.  Es por ello que la vorágine podría tomar la forma de un huracán y adquirir dinámica propia; aunque los actores no pretendan entrar en dicha dinámica, se verán obligados a ello, tal y como la teoría de juegos lo puede predecir.

Independientemente de la adopción de un modelo integral de competencia entre plataformas que incentive la inversión en el despliegue de redes de nueva generación, dos son los principales retos regulatorios que enfrenta la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) en 2011: introducir tarifas de interconexión con base en los costos económicos eficientes incurridos por las redes que prestan el servicio, y el resolver el nuevo nivel inicial de la Canasta de Servicios Básicos Controlados de Teléfonos de México.