6162 México, MediaTelecom, Opinión de Mediatelecom al informe Cofetel-Inegi sobre la Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y uso de las Tecnologías de la Información

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Opinión de Mediatelecom al informe Cofetel-Inegi sobre la Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y uso de las Tecnologías de la Información
[1]

La llamada revolución digital, las nuevas tecnologías y el internet han forjado nuevas modalidades de crear conocimientos, educar a la población y transmitir información. Ha reestructurado la forma como los países hacen negocios y rigen su economía, se gobiernan y comprometen políticamente. Ha proporcionado la entrega rápida de ayuda humanitaria y asistencia sanitaria, y una nueva visión de protección del medio ambiente. Y hasta ha creado nuevas formas de entretenimiento y ocio. Puesto que el acceso a la información y los conocimientos es un requisito previo para conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), tiene la capacidad de mejorar el nivel de vida de millones de personas en todo el mundo. Además, una mejor comunicación entre los pueblos permite solucionar los conflictos y alcanzar la paz mundial.
Conferencia Mundial sobre la Sociedad de la Información

 

Una forma de visualizar el problema de la brecha digital en México es que países miembros de la OCDE que tenían la misma penetración de banda ancha que México en el 2006, como Polonia, Hungría y República Checa, y países que empezaron a ofrecer el servicio después, como es el caso de Irlanda y Eslovaquia, hoy tienen una mayor penetración que México. Otra forma es observar que países que empezaron a proveer Internet de alta velocidad a través de la modalidad DSL en la misma fecha que nuestro país ya ha alcanzado mayores tasas de penetración del servicio. Por ejemplo, en 2008 Japón tenía 30.2 millones de conexiones de banda ancha, mientras que México en el mismo año sólo tenía 7.5 millones de dichas conexiones (23.7 y 7.0 por cada 100 habitantes, respectivamente).

El problema se está agravando ya que si bien México siempre estuvo en los últimos lugares desde que se inició esta medición de la OCDE, en los últimos años Turquía y Grecia introdujeron políticas públicas para resolver el problema, así que del lugar 28 nos mandaron al 30 en el 2006. Turquía nos superó en el primer semestre del 2006 y en el segundo semestre fuimos rebasados por Grecia, país que saltó del lugar 30 al 28, con 4.6 conexiones por cada 100 habitantes.

Grecia logró aumentar rápidamente su penetración de banda ancha gracias a la introducción en 2005 del programa público de Fuerza de Apoyo a la Banda Ancha, en el cual sus ministerios de la Sociedad de la Información y de Economía invirtieron cerca de 380 millones de dólares para el crecimiento de su infraestructura en fibra óptica, redes municipales inalámbricas, acceso público y satelital, lo que le permitió aumentar diez veces la cobertura del servicio de 2004 a 2006, mientras que México, durante el mismo periodo, sólo creció 3.8 veces en la cobertura del servicio, al pasar de 0.9 a 3.5 conexiones por cada 100 habitantes.

Al respecto, un factor que contribuye a explicar la restringida cobertura en nuestro país es el reducido número de familias que poseen computadoras capaces de soportar conexiones de alta velocidad. De hecho, en 2008 se reportaba que aunque 90 por ciento de los hogares tienen la posibilidad de contar con Internet, sólo 20.5 por ciento cuenta con computadora y, exclusivamente, 12.8 por ciento dispone de una computadora con capacidad para servicios de banda ancha. De estos últimos 2.477 millones, 71.6 por ciento disponen del servicio.

Podría afirmarse que el problema de brecha digital se debe a la falta de computadoras y no a los altos precios del servicio de Internet de alta velocidad. Sin embargo, la afirmación sólo explicaría el fenómeno de forma parcial y es cuestionable desde el punto de vista económico, ya que las computadoras capaces de soportar Internet de alta velocidad y el servicio de conexión a Internet de banda ancha son bienes tecnológicamente complementarios, es decir, deben ser utilizados en forma conjunta.

Debido a dicha complementariedad, la demanda de computadoras capaces de soportar Internet de banda ancha no sólo depende negativamente del precio de dichas máquinas, sino también del precio del servicio de conexión a Internet de banda ancha y viceversa. De esta forma, países donde el servicio es muy costoso no sólo tendrán una cobertura limitada de éste, sino también un número reducido de familias con computadoras capaces de soportar el servicio.

Por lo anterior, la autoridad debe diseñar políticas que busquen:

  • Reducir los precios de computadoras capaces de soportar Internet de alta velocidad
  • Disminuir los precios del servicio de conexión a Internet
  • Introducir políticas públicas que aumenten la oferta de conexiones de banda ancha.

Al respecto, resulta alentador el esfuerzo de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec) y del Fondo y Garantía para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot) para poner a disposición de las familias mexicanas de escasos recursos computadoras con un costo inferior a 4 mil pesos, financiadas con créditos a tasas preferenciales, así como los programas de diversas empresas para facilitar la adquisición de equipos de cómputo, financiándolos hasta por tres años, mediante el cual se habían suministrado hasta 2008 más de 1.2 millones de computadoras.

Sin embargo, otros factores cruciales que también deben ser corregidos son los elevados precios relativos del servicio, la falta de oferta de conexiones de banda ancha en múltiples áreas del país, y la competencia en la prestación del servicio, así como la demanda restringida por dichas conexiones.

Por el lado de la demanda, sin lugar a dudas los factores que afectan el incremento de la penetración de servicios de Internet son:

  • La falta de una Agenda Digital en nuestro país, es decir, de un conjunto de políticas públicas funcionales y coherentes para aumentar la penetración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación,  alfabetizando digitalmente a las familias y empresas y convirtiéndolas en consumidores de los servicios de Internet y banda ancha.
  • La falta de políticas de competencia en el sector, particularmente a partir de la perspectiva de inversión en infraestructura por parte de los operadores. La lección de los efectos nocivos de los regímenes de desagregación de infraestructura ha modificado el enfoque regulatorio que sigue la FCC a fin de priorizar el diseño de incentivos para la inversión en infraestructura propia y en innovación tecnológica, adoptando un modelo de competencia en infraestructura (MCI), en especial en lo que concierne al desarrollo de las nuevas redes de banda ancha, como puede observarse en  las siguientes declaraciones hechas en 2002 por el entonces Chairman de la FCC, M. K. Powell: “Sólo con la competencia sobre infraestructura propia se podrán ofrecer a los consumidores diferenciación en productos y precios.”[2]

Al respecto, la eliminación de los requerimientos de desagregación en lo que respecta a los servicios de banda ancha en Estados Unidos, cambió las decisiones de inversión de las empresas entrantes. Por ejemplo, las líneas de acceso de las empresas entrantes basadas en la utilización de su propia infraestructura se habían incrementado del 22 al 36 por ciento del total de sus líneas de acceso en el 2006.

  • En México, sólo una empresa invierte en el desarrollo de infraestructura las cantidades necesarias para satisfacer las necesidades del mercado.
  • La falta de un redimensionamiento de los planes de negocio de los operadores, con la finalidad de solicitarles mayor cobertura de servicios e inversiones en el sector.
  • La ausencia de una política de convergencia precisa e inmediata.

Asimismo, puede afirmarse que debido a la introducción de un MCI (modelo de competencia en infraestructura) en Estados Unidos se observaron fuertes aumentos en el número de conexiones de banda ancha, incrementos en la penetración del servicio a lo largo de todos los grupos socioeconómicos y en el número de prestadores del servicio de banda ancha, reducciones significativas en los precios de los servicios, el fortalecimiento del crecimiento y de la capacidad financiera de las empresas del sector telecomunicaciones.

Por lo anterior, independientemente de la necesidad de establecer una Agenda Digital equivalente, por ejemplo, a los programas “Cyber Korea 21” y “U-Korea” de la República de Corea, se considera que para resolver el problema de la brecha de banda ancha no es recomendable que la Cofetel adopte políticas de desagregación de infraestructura y que, por el contrario, debería implementar un MCI, mismo que buscaría tanto incentivar una mayor oferta de conexiones de banda ancha, a través del fomento de las inversiones en infraestructura y el despliegue de RNG (Redes de Nueva Generación), como la promoción de un mayor grado de competencia entre las diferentes plataformas tecnológicas existentes y el aumento de la eficiencia del sector.

Por lo anterior, concluimos que:

El crecimiento de la industria y la penetración de servicios de Internet se han debido a la demanda de servicios que la población realiza, a los esfuerzos de los actores comerciales y no a una política pública del gobierno que, en caso de existir, sólo ha reflejado desorden, falta de visión y liderazgo en la industria.

Por lo anterior, consideramos que es fundamental:

1.      Generar políticas públicas (incluidas la fiscal, compras del sector público, etcétera) que busquen reducir los precios de computadoras capaces de soportar Internet de alta velocidad.
2.      Diseñar políticas que busquen disminuir los precios del servicio de conexión a Internet a partir de la inversión en infraestructura de los distintos operadores.
3.      Diseñar políticas públicas que aumenten la oferta de conexiones de banda ancha.
4.      Diseñar una Agenda Digital para el Desarrollo (ADD) consensuada con la sociedad y los actores involucrados, el Congreso y la Administración Pública Federal.
5.      Redimensionar los planes de inversión en infraestructura y cobertura de los operadores, con la finalidad de garantizar la penetración en zonas rurales y marginadas.
6.      Abrir la convergencia plena a todas las plataformas de transmisión.
7.      La penetración de computadoras por cada 100 habitantes todavía resulta insuficiente, pues México todavía se ubica por debajo de países como Brasil, Chile y Costa Rica, por no mencionar otras naciones de mayor desarrollo.
8.      Promover la alfabetización digital con programas de actualización docente y de atención a personas de la tercera edad, discapacitados y grupos vulnerables. Como lo demuestran los programas Enciclomedia y e-Gobierno, no es suficiente tener computadora sino saber utilizarla y tener conexión.
9.      Impulsar programas de generación de contenidos educativos y de salud que puedan ser consultados y descargados.
10.  Ya que existen 88.7 usuarios de telefonía móvil, promover el acceso a dispositivos móviles de nueva generación, capaces de conectarse a Internet en sitios públicos.


[1]Este documento está basado en el estudio de Fernando Butler para Mediatelecom.http://www.mediatelecom.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=6505&catid=39&Itemid=9
[2]M.K. Powell Chairman of FCC, Speech at the Goldman Sachs Comunicopia XI Conference,Oct. 2, 2002.

 

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