Uno de los últimos videos muestra a dos hombres que confiesan haber matado a 20 turistas.
http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-8290642.html
Estos dos hombres aparecieron asesinados el martes, presuntamente por los autores de la grabación, junto a un mensaje que indicaba el lugar donde estaban sepultados 18 cadáveres de sus víctimas.
La misma suerte corrió Mario González, hermano de una ex fiscal del estado de Chihuahua, cuyo cadáver fue encontrado el jueves, 14 días después de su secuestro y una semana después de que apareciera esposado y rodeado de hombres armados en una confesión en Youtube.
En el video, González estaba encañonado, y confesó vínculos suyos y de su hermana con el cártel de Juárez, que la ex funcionaria negó.
Ambos videos tuvieron amplia difusión en la mayoría de medios mexicanos, que paulatinamente han dejado a un lado su recelo a divulgar estas grabaciones con supuestas confesiones de personas luego asesinadas.
En julio ocurrió así con un guardia carcelario ajusticiado después de admitir en cámara que las autoridades de una cárcel permitían a los presos salir para cometer masacres para un cartel rival.
Una semana más tarde, cuatro periodistas fueron secuestrados para presionar la difusión de grabaciones relacionadas. El poder de los delincuentes para arrancar confesiones impactantes desata el debate en las redacciones y entre expertos.
Es «un mensaje de absoluto terrorismo para atemorizar a la gente, difundido a través de redes sociales para generar una agenda informativa que trascienda», dijo Octavio Islas, director de Comunicación Digital Estratégica del Instituto Tecnológico de Monterrey.
Según Islas, los delincuentes aprovechan los videos para «además advertir a la clase política que tienen información de sus vínculos con el narcotráfico».
La divulgación de estas grabaciones se multiplica conforme se hace más feroz la violencia que el gobierno atribuye a las disputas entre carteles y las operaciones de búsqueda para darles captura; una guerra que deja más de 28.000 muertos desde diciembre de 2006.
A los mensajes que inicialmente dejaban en carteles junto a sus víctimas y la exhibición de cadáveres o sus partes mutiladas en sitios visibles, se suma ahora el uso multiplicador de las nuevas tecnologías.
«El mejor antídoto contra esos videos es una atinada estrategia de comunicación social, que en términos generales el gobierno no ha tenido», considera Islas.
El experto opina que «la producción de los videos es totalmente burda, es muy rústica, pero pese a ello muestran una inteligencia comunicativa» detrás de la cual estima «es claro que tienen comunicólogos y muchos otros profesionales».
Youtube dispone de un equipo que trabaja en forma permanente para retirar los videos considerados ofensivos por los usuarios, explicó Ricardo Blanco, gerente de comunicación para América Latina.
El portal no permite «comportamientos como amenazas, agresividad, hostigamientos, acoso, invasión a la privacidad, revelación de información personal ajena y la incitación a cometer actos de violencia», resaltó.
Pero los autores de las grabaciones se las ingenian para replicarlas en otras cuentas o sitios.
Los ponen a circular aprovechando que es muy difícil o imposible censurar en Internet, subraya Islas.
En los medios el debate sigue candente. La mayoría, como el diario ‘El Economista’, han decidido difundir los hechos, aunque tomando precauciones.
«Cuando se publica este tipo de información, debe ir perfectamente contextualizada», señaló Luis Miguel González, director editorial de ese periódico, quien hizo público un decálogo de cómo cubrir los hechos violentos.
México
AFP
