Blockbuster, herido de muerte
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En EU está al filo de la extinción y en otros países puede correr con la misma suerte
MÉXICO, 14 de octubre, 2010.- El emporio de renta de videos por excelencia, hoy, es víctima del avance tecnológico. Blockbuster está al filo de la extinción, cita El Semanario en su edición digital de hoy.
Sin embargo, este desenlace, tarde o temprano, ocurriría. Sí, la declaratoria de bancarrota de esta firma, anunciada el 23 de septiembre y cuyo origen carga consigo una deuda estimada en 1,000 mdd, era cosa juzgada desde hace más de una década cuando el despegue de las nuevas tecnologías comenzaba a tomar un impulso que exigía a todo el mundo –consumidores y empresas– adaptarse a los nuevos elementos como la web, los bytes y el online.
En ese proceso de transición, sin embargo, Blockbuster fue presa de su propia soberbia pues apostó por el statu quo y, en consecuencia, este gigante de la distribución de películas no supo (o no quiso) leer el avance tecnológico y por eso es que ahora paga una fuerte factura que podría terminar con su existencia.
El nacimiento de esta empresa tiene su raíz en Dallas, Texas, el 19 de octubre de 1985, de la mano del empresario estadounidense de origen holandés Wayne Huizenga.
Sus primeros años fueron de bonanza y buenos augurios pues su modelo de negocios, basado en la renta de películas, resultaba innovador. En poco tiempo, la compañía ya tenía 17 tiendas en EU, en 1989 comenzó su expansión en Inglaterra y Canadá, logrando para 1993 abrir su local número 3,000, en la emblemática Nueva York.
Sin embargo, pese al emporio erguido, la nueva tecnología comenzó a cambiar el sentido de su historia, ya que internet, junto con la compra de versiones online y el alto costo de sus bases (el alquiler y personal de unas 5,000 tiendas en el mundo) prendieron la mecha de la bomba que está por estallar.
Hoy, metafóricamente hablando, la sangre ha llegado al río: Blockbuster tuvo que clausurar su negocio definitivamente en España, Portugal y a punto de salir de Argentina y no se descarta que otros países corran con esta misma suerte.
“Uno de los cambios tecnológicos que impactaron fuerte en la sociedad fue internet, y Blockbuster fue terriblemente indiferente a lo que éste podía representar en términos de producción y acceso a contenidos; además, le faltó reubicarse dentro de la economía de internet”, destaca Octavio Islas, experto en nuevas tecnologías y catedrático del ITESM.
Así, a unos días de cumplir 25 años de existencia, la firma observa cómo su pasado de éxito se aleja pues de ser un modesto negocio con un vertiginoso ascenso –que lo llevó a tener presencia en más de 20 países y emplear a más de 28,000 personas– ahora se desmorona entregando cuota de mercado a nuevos jugadores que supieron aprovechar los cambios dictados por el avance tecnológico, sobre todo los relacionados al consumo cultural y al audiovisual, y que hoy superan en valor a Blockbuster.
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Erick Zúñiga
