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«Comecuras» al mojo de ajo
ESCRITO POR RENÉ MONDRAGÓN | 01 DE OCTUBRE DE 2010

Cuando mi hijo leyó la noticia, simple y llanamente exclamó: “¡Híjole! ¡Ese cuate come curas vivos al mojo de ajo!” Se refería al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.

Mordaza contra la Iglesia

La inquina, el encono, el resentimiento y los deseos patológicos de venganza en contra de la Iglesia Católica, regresan a escena en su protagonista principal, Marcelo Ebrard.

Si tuviera la facultad canónica, don Marcelino hubiese excomulgado –tiempo ha- a don Norberto Rivera y a don Juan Sandoval, acusándolos de “daño moral”, derivado de cualquier declaración, insinuación o interpretación hermenéutica del lenguaje empleado por ambos dignatarios eclesiásticos.

Desde este espacio, todo parece indicar que la pretensión del perredista funcionario no es otra sino la de ponerle una mordaza a los ministros de la Iglesia Católica en particular, en nombre de la Ley de Asociaciones Religiosas, por “atentar” contra el 130 Constitucional.

La Iglesia “incómoda”

El tema provoca una segunda lectura: da la impresión de que Ebrard Casaubón quiere una Iglesia suave, callada, tranquila, ad hoc, que aplauda, tape y solape todas las acciones del gobernante defeño.

En su oportunidad lo señaló con precisión el Cardenal Rivera Carrera, cuando comentó en su homilía dominical que la Iglesia no va a quedarse callada ante las injusticias porque tiene también un papel de orientación ante sus feligreses que, igualmente, son ciudadanos y participan de todo el acontecer de la vida comunitaria.

Escozor político

Es evidente que hay dos temas interesantes alrededor del encono perredista. Por un lado, que los asesores y estrategas políticos del Jefe de Gobierno no dejan de leer la sección “Palabra del pastor” del semanario editado por el arzobispado de Guadalajara. ¡Bien por contar con una suscripción!

Como podría esperarse, la lectura de un medio de comunicación diocesano para cualquier jacobino recalcitrante que se precie de ser ateo, resulta urticante y provocadora de un exantema súbito; nombre bajo el cual, se le conoce a las ronchotas que le salen al prójimo que padece alergias eclesiásticas y/o bochornos arquidiocesanos.

Nueva demanda contra Sandoval

El segundo procedimiento legal que inicia el Jefe de Gobierno en contra del Cardenal Sandoval Íñiguez está en la misma sintonía de las acusaciones que formula Hugo Chávez contra el Episcopado de Venezuela. En eso, ambos izquierdosos comparten la misma fobia.

Ebrard ahora se queja de que el Cardenal calificó a su gobierno como “dictadura”. ¡Chín! Como podrán observar mis hermosísimas lectoras y espléndidos lectores, el delito materia de la litis es gravísimo a la vista del juzgador. Es decir, el Constituyente debe estar dándose de vueltas en su tumba ubicada en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Y todo “el daño moral” que Sandoval Íñiguez le provoca a Marcelo Ebrard se hace consistir en que el semanario de la Arquidiócesis destacó que el gobierno defeño va contra la democracia y que aprueba, “sin el consenso de las mayorías y contra la ley natural”, temas como el aborto, la píldora del día después, las uniones homosexuales y la adopción por estas parejas.

Si la idea es tener una Iglesia acrítica, aplaudidora, porrista y que actúe como caja de resonancia de todas las acciones de su gobierno, francamente no veo cómo; porque hay que recordar que el tiempo está en contra de la carrera política de Ebrard Casaubón, en tanto que al capelo cardenalicio, todavía, le queda mucha batería. Al tiempo.
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Comentario de Octavio Islas

La Iglesia en su papel de víctima.
La ultraderecha emprende la imposible defensa del cardenal Sandoval Íñiguez.
La historia conspira contra la Iglesia, que por cierto no mostró sensibilidad con los niños víctimas de los actos criminales cometidos por sacerdotes pederastas
En México, el cardenal Rivera hasta defendía públicamente a Marcial Maciel….

Ahora resulta que la Iglesia es la víctima.

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