
Cofetel favorece a Televisa con su resolución de la licitación 21
· El organismo atenta contra el derecho a la información
· Resolución viola sentencia de la Suprema Corte
· Su impacto se reflejará en falta de competencia en los servicios de telecomunicación integrados (triple play)
· El triple play sólo está autorizado a los sistemas de televisión por cable y el acceso social de este servicio en zonas rurales y de bajo ingreso está restringido
· Se promueve la concentración de espectro y se crea un monopolio de nueva generación
Mediatelecom es un portal especializado que busca aportar elementos para la reflexión y formación de una opinión informada en materia de telecomunicaciones, particularmente desde una perspectiva del derecho a la información. Por esa razón y en virtud de la resolución emitida el día de ayer por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), consideramos que no podemos quedar al margen de emitir una opinión al respecto, sobre todo por los alcances y eventuales daños a la industria.
Antecedentes
Televisa es la principal tenedora de espectro radioeléctrico en el país y su acumulación no tiene comparación en el escenario internacional. Opera cuatro canales de televisión, lo cual no ocurre en ningún otro país. De un total de 460 concesiones de televisión, Televisa acapara 258 licencias, lo que equivale a 56 por ciento del espectro radioeléctrico.
Las prácticas monopólicas ejercidas por ella durante décadas han generado un mercado del audiovisual inhibido, concentrado, anticompetitivo y con prácticas cuestionables en el área de la publicidad y, particularmente, en el campo de la democracia. Durante 2009, Televisa recibió 559.6 millones de pesos por concepto de gasto en comunicación social sólo en el rubro de televisión, es decir, 14.38 por ciento de la inversión total en la materia. Antes de la reforma electoral de 2007, la televisora usufructuaba más de mil millones de pesos del gasto electoral.
Esta empresa es propietaria de las principales empresas de cable del país (produce 21 canales de televisión por cable y es dueña de Cablevisión, Cablemás y TVI) y domina con claridad el mercado de la televisión satelital a través de SKY. Su participación en el mercado la posiciona como la productora de contenidos más importante en habla hispana. En México acapara 72.4 por ciento de la audiencia en televisión y 71.2 por ciento del gasto publicitario en México.
También es propietaria de Bestel, la tercera red de transporte de información más importante del país con 6 mil kilómetros de fibra óptica. Recientemente –en alianza con Megacable y Telefónica– ganó la licitación por dos hilos de fibra oscura de la Comisión Federal de Electricidad.
En el caso de la televisión por cable el efecto monopólico ha sido mayor, ya que esta industria, en la que participa Televisa de manera estelar, se consolida como un proveedor excepcional de servicios de Internet.
Nuestro colaborador Fernando Butler afirma que “en México la industria de televisión por cable está en vías de dominar el mercado de acceso a Internet de banda ancha, por la restricción del regulador de que la principal empresa de telefonía fija no pueda ofrecer servicios triple play. Asimismo, el comportamiento de las tarifas de los operadores de televisión por cable difícilmente es compatible con las tarifas de un mercado competitivo en una industria caracterizada por un elevado ritmo de innovación tecnológica como el de la televisión por cable. Mientras los componentes de servicios telefónicos del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tienen decrecimientos de entre -18.5 a -0.7 por ciento en su variación anual a junio de 2010, las tarifas de televisión por cable crecieron 4.4 por ciento. ¿No valdría la pena que las autoridades revisaran el comportamiento competitivo y tarifario de los operadores de televisión por cable y, en su caso, implementaran las políticas públicas necesarias para que todos los consumidores, sin importar su lugar de residencia, se beneficiaran de la competencia en los mercados de voz y de video?”
En este sentido, otro colaborador de Mediatelecom, Ramiro Tovar, sostiene que “en México la oferta de triple play la tienen en exclusiva los operadores de televisión por cable y estos sistemas son agentes dominantes en la oferta de televisión restringida en las localidades donde operan sus respectivas redes de cable coaxial. Es un hecho que los precios de televisión restringida por cable han aumentado en términos reales en forma sostenida. En conclusión, la exclusividad que se les ha otorgado a los operadores de televisión por cable en la oferta de triple play, al postergar la entrada de la red pública de telefonía fija a la televisión restringida, ha hecho de la estrategia de empaquetamiento implementada por los operadores de televisión por cable un instrumento con efectos anticompetitivos, cuando tal estrategia de comercialización sería pro-competitiva en un entorno de competencia simétrica”.
Los hechos
A pesar de los múltiples argumentos en contra y de manera ilegal, el Pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones resolvió asignar la licitación 21 a la alianza Televisa-Nextel por un monto mínimo de referencia de 180.3 millones de pesos, una postura 28 veces inferior a los 5 mil 248 millones de pesos que pagarán en conjunto Telcel y Telefónica.
A diferencia de lo que dice la Cofetel, el organismo tomó una decisión contraria a la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) recaída en la Acción de Inconstitucionalidad 26/2006.
La Cofetel dice que su decisión “permite el acceso de competidores en la industria”. Es falso. Ni Televisa ni Nextel son nuevos competidores. Televisa ya opera redes públicas de telecomunicaciones a través de sus empresas de televisión por cable, las cuales están autorizadas a proporcionar servicios triple play, incluida telefonía, lo cual no ocurre con Telmex, misma que no puede ofertar servicios de televisión restringida. En lo que se refiere a oferta de servicios de telecomunicaciones, no existe competencia en igualdad de condiciones. Nextel, por su parte, tiene una estrategia de negocios que se concentra en el sector más rentable del mercado de la telefonía móvil, en los segmentos empresarial y de negocios, los que más dividendos económicos generan, pues son los usuarios que más consumo realizan.
La Cofetel dice que su decisión “coloca a los competidores en igualdad de circunstancias sin importar cuestiones de carácter económico”. Es falso. Históricamente, a Televisa siempre se le ha beneficiado desde el poder. Con la licitación 21 vuelve a ocurrir. Concursó por un bloque de 30 megahercios a nivel nacional sin competencia alguna, por lo que no se puede hablar de “igualdad de circunstancias”. La Comisión Federal de Competencia estableció un límite de concentración de espectro de 80 MHz, lo cual sólo benefició a Televisa. La televisora pagará el precio mínimo de referencia, es decir, sólo 3.6 por ciento del valor que la misma licitación ha indicado para el bloque nacional en la misma banda. Por lo tanto, no es precisa la Cofetel cuando asegura que Televisa-Nextel “cumplió con los criterios económicos al presentar la postura válida más alta en el concurso”, pues al no existir competencia en la banda de frecuencia donde concursó, en ningún momento pudo presentar tal postura más alta. Presentó una sola postura, la más baja de la licitación 21.
La Cofetel dice que “protege el interés público en general”. Es falso. El organismo violentó el artículo 134 constitucional que ordena “asegurar al Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes”. La contraprestación que pagará Televisa-Nextel de sólo 180.3 millones de pesos por un bloque nacional de 30 Mhz no le aseguró al Estado “las mejores condiciones”, sino que representó un quebranto para las finanzas públicas.
La Cofetel también transgredió el artículo 17 de la Ley Federal de Telecomunicaciones que dice: “Cuando las proposiciones presentadas en la licitación pública no aseguren las mejores condiciones para la prestación de los servicios, las contraprestaciones ofrecidas no sean satisfactorias a juicio de la Secretaría o no cumplan con los requisitos establecidos en las bases de la licitación, se declarará desierta la licitación y podrá expedirse una nueva convocatoria.” Al violar la ley la Cofetel no protege el interés público sino que lo subordina al interés privado, en este caso del consorcio Televisa-Nextel.
Al ser ilegal el nombramiento de Mony de Swaan Addati como comisionado de la Cofetel, por desacatar el artículo 9-C-III de la Ley Federal de Telecomunicación, su voto a favor de la licitación 21 es igualmente ilícito y deberá impugnarse con las debidas consecuencias administrativas y penales. Se trata de un comisionado cuyo nombramiento no cumple con los criterios establecidos en la ley, y cuyas decisiones son igualmente ilegales.
Mony de Swaan justificó su voto argumentando que busca promover la competencia en el sector de la telefonía móvil. Es falso, porque había maneras alternativas para fomentar la competencia en el mercado móvil sin originar un daño patrimonial al Estado, cumpliendo los lineamientos contenidos en el artículo 134 de la Constitución, introduciendo en las Bases de la Licitación una “regla de igualación del precio” a la reserva de espectro para nuevos operadores, misma que busca garantizar el acceso al espectro a nuevos competidores, pero fijando el valor resultante a pagar por el bloque protegido para nuevos competidores, con base en lo que resulte del proceso competitivo para otros bloques al final de la subasta.
La resolución de la Cofetel tampoco protege el interés público porque atenta contra el derecho a la información consagrado en el artículo sexto constitucional. En un mercado de más de 80 millones de líneas móviles, queda claro que Televisa no busca nuevos usuarios sino quitarle a Telcel los que ya tiene. Televisa no requerirá hacer grandes inversiones, pues su alianza con Nextel le permite usufructuar su infraestructura. Televisa no presentó ningún compromiso de cobertura social, sino que entrará a competir a los mercados que ya existen, en las principales ciudades del país. Por lo tanto, se dejan regiones y numerosas comunidades de México sin cobertura, sin servicios de telefonía móvil y sin la posibilidad de acceder a la banda ancha y a la sociedad de la información con sus respetivas ventajas en acceso al conocimiento, la salud, la educación, la cultura y el gobierno electrónico.
En este sentido, Mediatelecom suscribe en sus términos el posicionamiento de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), la cual declara que, con su decisión, “la Cofetel apuesta por la concentración de recursos comunicacionales y por la falta de auténtica competencia en beneficio de Televisa. Se ratifica, además, la subordinación de esa Comisión al Ejecutivo Federal.”
Por todo lo anterior, consideramos necesario exhortar al Congreso de la Unión y a los partidos representados en él para que tomen las medidas jurídicas pertinentes a fin de que:
1. Se declare ilegal el nombramiento de Mony de Swaan Addati como comisionado de la Cofetel;
2. Se interponga una controversia constitucional contra la resolución de la Cofetel respecto de la licitación 21;
3. Se llame a comparecer a las comisiones de Comunicaciones y de Radio, Televisión y Cinematografía del Congreso al Pleno de la Cofetel y al presidente de la Comisión Federal de Competencia por emitir unas Bases de Licitación que produjeron un daño patrimonial al Estado;
4. Se declare desierta la licitación 21 y se emita una nueva convocatoria a partir de bases que garanticen la equidad;
5. Se abra la competencia en la industria de la televisión por cable y se autorice la convergencia plena en servicios de telecomunicaciones;
6. Se permita a Telmex proporcionar televisión restringida y servicios triple play.
México, D.F., a 17 de agosto de 2010
Jorge Fernando Negrete P.
Director del portal Mediatelecom
jfnegrete@mediatelecom.com.mx
