Tecnología y pornografía, ¿van de la mano?
Norma Mendoza Alexandry
jueves, 22 de julio de 2010
Quienes entienden de tecnología les gusta señalar que “la pornografía guía a las nuevas tecnologías de los medios”. Muchos lo toman como cierto, otros lo aceptan sin comprobar evidencia.
Efectivamente hubo tecnología que fomentó el florecimiento de la pornografía, como los VCR de los 80 y el Internet de los 90, pero hubo otros que tuvieron impacto sin depender de la pornografía: la prensa impresa, fotografía, películas, televisión por cable, computadoras personales, discos compactos, DVD, etcétera.
La VCR es abiertamente la única tecnología con un vínculo sólido a la pornografía, pero esa tecnología en particular tuvo tanto impacto en la pornografía como ésta tuvo en aquella. Los ingresos de las películas para adultos se convirtieron en películas para videos, los shows de cine nocturnos para adultos se convirtieron a videocasettes y después al Internet.
Y hoy –nos dicen–, el futuro de los teléfonos móviles y aparatos manuales llamados “smart phones” estarán ligados a la pornografía. Cuando Steve Jobs, ejecutivo de Apple, proclamó que productos de Apple como el iPhone y el iPod estarían “desprovistos de pornografía”, este hombre que era considerado un visionario, fue ridiculizado como “puritano” y “censurable”.
Ante estos ataques, Jobs contestó: “Ustedes van a preocuparse más por la pornografía cuando tengan hijos”. Más adelante, comentó: “Yo realmente creo que tenemos la responsabilidad moral de mantener fuera del iPhone a la pornografía. Quienes deseen esto pueden comprar un teléfono Android”.
El psicoterapeuta Peter Kleponis, director asistente de “Comprehensive Counseling Services” y especialista en adicción a la pornografía y su recuperación, fue uno de los conferencistas de la Conferencia de la Arquidiócesis de Nueva York (junio 2010) donde dio interesantes datos:
La industria de la pornografía es una industria de 97 billones de dólares, 13 de los cuales provienen de EU y el número de sitios web es enorme. Actualmente, el 87 por ciento de los adictos son varones y el 17 por ciento son mujeres.
Hombres y mujeres son diferentes, los hombres se estimulan visualmente. Cuando un hombre observa una imagen pornográfica hay una reacción química en el cerebro, la dopamina es liberada, hay euforia y cuando ésta se combina con excitación sexual y orgasmo, se convierte en lo que se llama la “receta perfecta” para la adicción. De este modo se sentirán más atraídos por películas y videos.
A las mujeres, por el contrario, les atraen más los sitios de charla en donde pueden desarrollar una personalidad falsa de tal modo que pueden relacionarse eróticamente con hombres en Internet, todo con base en la palabra, así construyen su propia novela romántica y su adicción.
Hay un cierto número de mujeres jóvenes quienes son forzadas a ver pornografía porque sus novios insisten que forma parte de su relación. Esto nos lleva al tema de lo que la pornografía ha enseñado a jóvenes y adolescentes: que las mujeres están allí sólo para su propio placer sexual, esto denominado en la jerga común como filosofía sexual utilitarista, o en medios estudiantiles estadounidenses, la “hook up culture” (o cultura adictiva).
También enseña a las mujeres jóvenes a que para conservar a su novio necesitan ser sexualmente activas y participar en pornografía. No es ninguna novedad que en EU usen la cámara de sus celulares para tomarse fotografías sin ropa y enviarlas a quienes ellas deseen. Pero, ¿les agrada? Muy dentro de ellas sienten que esto es degradante pero creen que es la nueva corriente y así tienen que actuar.
Todo esto evita que los jóvenes se den cuenta de lo que realmente conforma una relación sana y amorosa, ya que no aprenden el respeto del uno al otro.
La influencia de la mentalidad anticonceptiva de los últimos 40 años no puede ser comparada en relación al aprecio por el amor matrimonial y la sexualidad, esta mentalidad ha influido fuertemente en algunos hombres al ver a la mujer sólo como un objeto sexual y ha contribuido de manera significativa a la epidemia pornográfica.
Entre los problemas personales más comunes que tienden al uso de la pornografía se encuentran: el egoísmo, varias formas de soledad, inseguridad masculina, presiones de trabajo excesivas, conflictos matrimoniales y una vida espiritual débil. Por el contrario, cuando una persona se propone el crecimiento en virtudes, usualmente es mucho menos vulnerable a ésta.
Es tan grande el peligro mundial sobre este asunto, que se espera que este año, en otoño, en las Naciones Unidas se lleve a cabo una reunión denominada “Cumbre de Primeras Damas para el Combate a la Pornografía”, que atraerá la atención sobre los peligros y daños que causa a las personas y se buscará combatirla.
Como ejemplo tenemos en el Reino Unido la llamada Front Page Campaign (Campaña de Primera Página) conducida por Amy King, quien ha centrado su esfuerzo en combatir la pornografía de las portadas de revistas que se venden en las tiendas.
En Estados Unidos, a pesar de existir seis leyes federales contra la obscenidad en libros, la pornografía explícita florece en televisión por cable y en Internet y las acciones judiciales en su contra son prácticamente inexistentes.
Un grupo de investigadores y activistas anti-pornografía tuvo una sesión en el Capitolio de EU el pasado mes de junio (entre ellos se encontraba una ex-actriz de películas porno), donde señaló los hallazgos de investigadores especializados sobre el daño y efectos a largo plazo que causa la pornografía gráfica en los espectadores –especialmente en niños– e hicieron un llamado al Congreso para que implementara acciones a través del Departamento de Justicia contra quienes hacen y distribuyen pornografía ilícita.
El grupo denominado Coalition for the War on Illegal Pornography (Coalición por el Combate a la Pornografía Ilegal) hace un llamado a la administración de Barack Obama, al Congreso Estadounidense y al Departamento de Justicia para que refuercen las leyes contra la obscenidad, que dicen, están siendo ignoradas.
“Nuestros esfuerzos no son partidistas porque la protección de los niños, la violencia contra las mujeres, las adicciones y el tráfico sexual no son temas partidistas… La obscenidad es el material gráfico que se enfoca en el sexo y en la violencia sexual… Los adolescentes de 15 años han sido saturados en el fácil acceso a la pornografía por Internet, allí en la intimidad de sus propios hogares a través de cualquier instrumento electrónico.
“Debido a que las leyes contra la obscenidad no han sido hecho válidas, la pornografía ilegal ha inundado Internet… La edad promedio en que estadounidenses han visto pornografía en Internet por primera vez es de 8 a 11 años de edad”.
La ex actriz porno Shelly Luben, quien hoy dirige un grupo de ayuda para aquéllos que participan en la industria de películas para adultos (Pink Cross Foundation), señaló en audiencia en el Capitolio este junio, que el 66 por ciento de las “actrices” de la industria pornográfica contraen herpes y también el 70 por ciento de las infecciones de transmisión sexual.
Ella misma contrajo herpes, Virus del Papiloma Humano y cáncer cervical. Declaró: “He sufrido mucho en manos de esta industria pornográfica, la pornografía destruye vidas humanas y está destruyendo a nuestra nación. Yo soy prueba de ello”.
Mary Anne Layden, psicoterapeuta directora del Programa de Trauma Sexual y Psicopatología del Centro de Terapia Cognitiva de la Universidad de Pensilvania, dijo: “Los pacientes que he tenido en recuperación observan muchas cosas que se hacen a las mujeres que ellos no desean que se las hicieran a las mujeres que aman. Psicológicamente los desestabiliza y violan su propio sentido innato de la justicia, su imparcialidad y reduce su respeto a sí mismos”.
Y continuó: “La pornografía roba a los hombres su masculinidad, su salud mental, su auto-respeto, su grandeza… y después roba a su familia, a su comunidad y a su país de lo que ellos pudieron haberles ofrecido”.
Ante todo esto, la tecnología sigue su curso: una compañía denominada MiKandi ha establecido la venta de teléfonos basados en Android. Se autodenomina “la tienda APP mundial para adultos”. Dichos App son colecciones genéricas de fotos y videos porno, juegos de cartas y App convencionales (calculadoras y calendarios) diseñadas con imágenes sexualmente explícitas.
Por otra parte, con el Windows Phone 7, Microsoft está determinado a competir contra el iPhone y Android. En su “guía” está especificado lo que no permite: “Imágenes que sean sexualmente sugestivas o provocativas, contenido que caiga en la categoría de pornografía o contenido que una persona razonable considere de contenido límite o sólo para adultos”.
Mientras que Microsoft y Apple rehúsan ser parte de la venta de pornografía (hasta hoy), muchos expertos insisten en que la pornografía es esencial para el crecimiento de tecnologías de los medios electrónicos. Ni el iPhone ni ningún aparato móvil puede evitar totalmente la pornografía.
Algunos sitios, incluyendo aquéllos diseñados para usuarios de teléfonos portátiles son relativamente fáciles de acceder a través de dispositivos de navegadores web y no será posible que Apple haga ningún esfuerzo heroico para dejar fuera otros sitios.
El Arzobispo de Arlington, Virginia escribió hace poco: “La persona humana progresivamente construye o destruye su carácter con cada elección moral”.
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