http://vladia.blogcip.cu/2009/10/18/de-la-palanca-de-arquimedes-a-las-redes-sociales/#comment-335
El entrañable Arquímedes, de haber nacido en esta era digital, probablemente estaría hoy clamado por enlaces en vez de por una palanca. No movería el mundo con ellos, pero casi.
Para los sitios Web, los blogueros, twitteros y otros usuarios de las redes sociales está comprobado que ser enlazados por entidades conocidas y avaladas en la Red, reporta un aumento de tráfico muy bienvenido -si no, que me lo digan a mí con los cabos que me ha tirado el misterioso Yohandry, uno de los bloggers con mayor audiencia en Cuba y fuera de ella-.
Voto por aquello de Me leen, luego existo, y también parece funcionar muy bien el recomendar enlaces valiosos. Claro, hay quienes optan por el tráfico a toda costa, siguiendo el “que hablen bien o mal de mí, pero que hablen”. Esa no es mi línea, me atengo a cierta ética.
Cuando solo faltan horas para que abra sus puertas el XIII Encuentro Latinoamericano de Facultades de Comunicación Social, con cerca de mil 300 delegados de una veintena de 26 países, y entre ellos se espera la presencia de figuras tan renombradas como Jesús Martín Barbero, Octavio Islas, Francisco Sierra y María Teresa Quiroz, abordar aquí el tema de los blogs me parece oportuno. Tanto, que el propio encuentro dedicará uno de sus talleres al asunto.
Sucede que al decir de muchas autoridades como Ignacio Ramonet y el propio Octavio Islas, los días de la prensa impresa están contados. Y una de las causas de esta muerte anunciada es precisamente el crecimiento exponencial de los medios digitales, dentro de ellos, los blogs.
Me parece que conceptos contenidos en la teoría de la información se están haciendo añicos ante el empuje de la World Wide Web, las tres W más famosas del planeta; y las también llamadas bitácoras están sumándose al vendaval con sus nuevos paradigmas de comunicación alternativa. El control de esta es casi imposible y plantea retos de inmediatez y originalidad a los medios tradicionales, muy difíciles de vencer.
Como periodista de prensa impresa, formada en una redacción tradicional, y ahora estrenándome como bloguera, me siento dividida, de luto y a la vez eufórica. Incluso hay expertos que califican a estos espacios digitales como “alter media”, y señalan entre sus funciones en el ámbito periodístico salvaguardar la Verdad a partir de receptores que han dejado de ser pasivos. Ante este nuevo perfil de audiencias los medios y sus profesionales -nosotros- han de rendir cuentas en caso de faltar a la verdad, inevitablemente difundida en el ciberespacio. Hasta de virtuales “turbas de linchamiento” se habla.
Aun cuando el acceso a la Red de redes todavía no es masivo en nuestro país, ya es posible comprobar la irritación expresada por internautas del patio cuando sienten que algún pronunciamiento se aleja de la verdad y a la vez los lastima.
Por mi parte, estas nuevas condiciones, lejos de asustarme, me alegran, y sigo tratando de encontrar la llave de alguno de esos pliegues del espacio-tiempo para contactar con el viejo Arquímedes y contarle que para mover el mundo ya no le haría falta una palanca.
Blog de Octavio Islas 