| La acentuación de la crisis económica global: situación e impacto en América Latina y el Caribe
Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA)
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«SELA advierte sobre el agravamiento de la crisis económica en América Latina y el Caribe
14/5/2009
Oficina de Prensa y Difusión del SELA
Caracas, 14 de mayo- Con el transcurso de los meses, y al igual que ocurre con los países desarrollados, se confirma que la crisis económica va abarcando cada vez un mayor número de ámbitos en América Latina y el Caribe, afectando al conjunto de indicadores que dan cuenta de su comportamiento económico y social, según un documento preparado por la Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA).
El documento titulado ?La acentuación de la crisis económica global: situación e impacto en América Latina y el Caribe? destaca que la crisis, también ha afectado de múltiples formas a las economías de América Latina y el Caribe a pesar del relativo buen desempeño económico que había mostrado la región en los años previos.
De acuerdo a estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) se espera que el PIB de los países de América Latina y el Caribe se contraiga entre 0.5 y 1.0 por ciento, lo que estaría en concordancia con la caída promedio esperada para el conjunto de la economía mundial, aunque dados los primeros resultados del desempeño industrial en las economías de mayor tamaño relativo no se puede descartar un mayor deterioro de la situación económica y financiera de la región.
En esa misma dirección de pronóstico de una caída pronunciada del producto en la región, apuntan las estimaciones de JP Morgan al señalar que el desempeño económico se traducirá en un empeoramiento generalizado del crecimiento respecto del comportamiento que se había tenido en 2008, de manera que en sus más recientes estimaciones esa institución prevé un descenso para América Latina y el Caribe de 2.2 por ciento, con caídas importantes en las cinco economías de mayor tamaño de la región: Argentina (-3.0%), Brasil (-1.5%), Chile (-1.5%), México (-4.0%) y Venezuela (-0.5%).
En América Latina y el Caribe los primeros efectos en gran escala de la crisis se dejaron sentir sobre los mercados financieros y monetarios.
El desplome de las bolsas de valores más importantes de la región, en concordancia con el desempeño de los principales mercados accionarios del mundo, se acompañó de bruscas y sucesivas devaluaciones de las monedas locales y de una disminución de los montos de reservas internacionales, fenómenos todos ellos que expresaban la magnitud del complejo ?tsunami financiero? originado en Estados Unidos.
?Hoy se reconoce que el estallido y gravedad de la crisis no fueron previstos, ni por los gobiernos ni tampoco por aquellos organismos internacionales que tienen entre sus funciones precisamente hacer el seguimiento de la economía mundial y anticipar y prevenir la aparición de las crisis?, señala el documento del SELA.
Algo semejante ha venido ocurriendo una vez iniciada la crisis, con la multiplicación y corrección periódica de los pronósticos acerca de su posible duración y profundidad, en la misma medida que la propia crisis ha ido ampliando sus alcances.
En muy cortos períodos de tiempo, todos los pronósticos sobre el comportamiento económico global y por regiones y países, se han corregido a la baja y en magnitudes considerables, reflejando ello los elevados grados de error que han acompañado a los análisis realizados sobre el alcance y las predicciones sobre el desenvolvimiento de la crisis.
La segunda mitad del año 2008, y en particular los últimos tres meses de ese año, sin duda constituyeron un período no sólo de profundización de la crisis financiera y de rápida expansión de ella hacia los restantes ámbitos de la actividad económica interna de las principales economías, sino también de inicio de un profundo deterioro tanto en el comercio como en los flujos internacionales de capital.
Estos dos elementos, se han constituido en un importante mecanismo de transmisión de la crisis hacia la totalidad de la economía mundial, y en particular hacia los países en desarrollo.
Por lo anterior, resulta prioritaria la discusión acerca de la evaluación de las medidas adoptadas para enfrentar la actual crisis global, y al mismo tiempo redefinir las estrategias al respecto.
Un primer punto a tener en cuenta, se deriva del reconocimiento de que se está frente a la más grave crisis mundial de los últimos ochenta años a lo que se agrega que ella, a diferencia de otras que se han presentado, adquiere características específicas dado el alto grado de interconexión presente entre todos los países y regiones así como entre los distintos componentes y procesos de la economía mundial, muchos de los cuales han alcanzado grados de sofisticación impensables hace apenas dos décadas.
Ese reconocimiento, obliga a un esfuerzo considerable para articular el conjunto de la estrategia en los distintos frentes y ámbitos, con el propósito de lograr no únicamente salir de la crisis, sino sobre todo empezar a generar los cambios estructurales que permitan un mejor posicionamiento de las economías latinoamericanas y caribeñas en el conjunto de la economía mundial.
Es necesario tener presente que la superación de la actual crisis requiere de respuestas nacionales creativas y novedosas en función de la complejidad de elementos que se entrecruzan en el plano financiero y monetario y en la economía real. Nuevos desafíos precisan de nuevas respuestas, por lo que las medidas que ayer pudieron haber sido suficientes para enfrentar crisis previas hoy pueden resultar incluso obsoletas.
Pero, el carácter global de la crisis, sus múltiples dimensiones y mecanismos de transmisión y los profundos procesos de intervinculación que la precedieron, obligan a enfrentarla a través de estrategias que vayan más allá de cada ámbito nacional.
Si bien las políticas internas desempeñan un importante papel, ellas por fuerza para ser exitosas deberán complementarse con acciones externas de distinto tipo, entre las cuales un importante lugar lo ocupan aquellas dirigidas a avanzar en la coordinación, vinculación e integración de América Latina y el Caribe, puntualiza el estudio del SELA».
FUENTE: CONSULTA MITOFSKY
Estudio: Estudio_SELA
